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Los 13 estudiantes detenidos durante 30 horas denuncian a la policía por malos tratos

Los alumnos dicen que les golpearon y negaron asistencia médica

Los 13 estudiantes que desde el pasado miércoles han permanecido en dependencias policiales de la comisaría de Tetuán tras ser detenidos al finalizar la manifestación estudiantil fueron puestos ayer en libertad provisional a la espera de juicio por el Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid. Los jóvenes han presentado denuncias individuales contra la policía por agresiones y aseguran que también emprenderán "acciones legales" conjuntas: "Alguien debe hacerse responsable de lo sucedido; de las agresiones que hemos sufrido dentro de los furgones y en la propia comisaría", señalan.

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Rechazo estudiantil

Los jóvenes acusan a los efectivos de la policía de haber practicado "violencia desmedida" desde el momento mismo de la detención, hacia las tres de la tarde del miércoles 1 de diciembre, hasta su traslado a los juzgados de Plaza de Castilla, el jueves, alrededor de las 8 de la tarde, donde el juez de instrucción número 2 determinó su puesta en libertad provisional. "Fuimos objeto de persecución y apaleados indiscriminadamente", señala Jesús Pérez Placencia, estudiante de la universidad Complutense de Madrid, y uno de los 13 jóvenes que ha presentado denuncia.Según el relato de estos estudiantes, desde el momento en que fueron detenidos permanecieron cerca de una hora y media en los furgones de la policía. "En ese tiempo nos estuvieron golpeando brutalmente", interviene Mario lópez, "se quitaron el casco y el pasamontañas, pero si levantábamos la cabeza nos golpeaban y nos decían frases como: 'Rojos os vamos a hostiar".

Según su versión, durante todo el tiempo que permanecieron en la comisaría de Tetúan, les fue negada asistencia médica, así como mantas. "A mí me llevaron a la casa de socorro de Tetuán", recuerda Javier M., llevaba un golpe fortísimo en la cabeza. El médico que me atendió dijo que, en caso de que me sintiese mal, debían llevarme rápidamente a un centro. No lo hicieron, a eso de las tres de la madrugada me dolía la cabeza y me mareaba..., los policías que estaban en los sótanos me contestaron que con unos cuantos golpes se me quitarían los dolores".La libertad provisional se debe, según dijeron los estudiantes, a que la policía argumenta que, en el momento de ser conducidos a comisaría, portaban objetos contundentes, susceptibles de ser utilizados como armas". "Es absurdo", mantienen al unísono varios de los jóvenes, "estábamos sentados, ni siquiera nos dieron tiempo para defendemos", añade. José Luis Benítez López, recuerda que en el momento en que comenzó la carga policial había un grupo de agitadores, "un grupito minúsculo", que lanzaban piedras contra los efectivos, "pero lo más increíble es que a ellos no les hicieron nada, vinieron directamente a por los que estábamos sentados. Creo que tenían orden de cargar contra nosotros, tal vez porque pensaron que de esta manera nos iban a amedrentar para futuras movilizaciones", sentencia José Luis.

De momento, las únicas reacciones de condena a los hechos, así como de apoyo a estos estudiantes, están protagonizadas por la diputada de Izquierda Unida, Isabel Vilallonga, que se encontraba en el lugar y pudo presenciar los hechos. Asimismo, la Asociación Contra la Tortura les ha hecho saber que podían contar con sus abogados en el caso de haberse producido torturas. Aspectos como la "escasa comida", "trato humillante y vejatorio", y las "contínuas amenazas verbales", han sido otras de las acusaciones de estos jóvenes, detenidos por primera vez en su vida. La Jefatura Superior de Policía declinó ayer realizar comentarios sobre el tema.

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