Sarasola es uno de los propietarios de la sociedad que vendió la información

El empresario Enrique Sarasola es uno de los dueños de Información Técnica de Créditos S.A. (Incresa), la entidad que ha servido informes confidenciales al diario Egin sobre numerosas empresas.Una de las actividades del Grupo Incresa es la venta de informes a sus clientes sobre la situación económica y riesgos bancarios de otras empresas. También edita el Dicodi, un anuario en el que se resumen los datos más esenciales (capital, consejos de administración, cifras de facturación) de 30.000 sociedades españolas. Los informes confidenciales sólo quedan al alcance del cliente que paga por ellos, mientras que el Dicodi puede ser adquirido por el público.

Incresa fue fundada hace 20 años por Enrique Sarasola y Miguel Lasaga, junto con el abogado Juan Antonio Mendoza, este último con una participación simbólica. El capital inicial, de tres millones de pesetas, fue aportado por Sarasola y Lasaga, prácticamente al 50% cada uno. Lasaga es el administrador único. Esta empresa ha experimentado fuertes aumentos de capital, hasta alcanzar la actual cifra de 102 millones.

Localizado anoche en su casa, donde se encontraba enfermo, Sarasola confirmó la relación accionarial que mantiene con Incresa, aunque no recordaba exactamente cuál es su participación. "Hace mucho tiempo que no voy por allí", explicó. El empresario se mostró muy extrañado de que el nombre de Incresa aparezca mezclado en las investigaciones judiciales que afectan al diario Egin.

Incresa ha ofrecido toda su colaboración al juez. "Si no, ya estaríamos esposados", manifestó anoche uno de sus directivos. La sede madrileña de Incresa, que se encuentra en la calle de Villanueva -en el centro de Madrid- fue registrada por la policía el miércoles por la mañana, antes de que se produjera la intervención de la Ertzaintza en el edificio de Egin. Los directivos se mostraban anoche muy preocupados por la trascendencia de los hechos.

Incresa distribuyó también un comunicado en el que precisa que en el contrato que firma con cada uno de sus clientes "se establece la obligación del usuario de no comunicar o transferir a terceros los datos contenidos en el informe comercial, así como a utilizarlos con fines exclusivamente comerciales, por lo que la no observancia de estas obligaciones implicaría un incumplimiento contractual".

Según datos recabados por este periódico, la empresa Incresa declaró 73 millones de pesetas de beneficios en 1991.