IU pide cambios de Gobierno y el PP prevé más paro

Isabel Vilallonga, portavoz de Izquierda Unida (13 diputados) y soporte del Gobierno regional, reconoció en los pasillos que el discurso de Joaquín Leguiha contenía algunas perlas de su autoría. Pese a todo, ni le convenció ni le ilusionó en exceso. Vilallonga reclamó, vestida de luto riguroso, un plan de emergencia con cinco actuaciones estratégicas para atajar "la alarmante situación econórnica". Y pidió, como consecuencia de este pacto entre administraciones -en el que implica a ayuntamientos, Comunidad y Estado-, un cambio en el Ejecutivo con la renovación de varios consejeros.

Sobre esta pretensión fue poco explícita. Vilallonga se limitó a señalar ante la prensa que varias consejerías no funcionan como ella desearía -no quiso decir cuáles- y avanzó que espera que "el presidente autonómico demuestre su receptividad". Vilallonga achacó los males del momento económico en la región "a la hipertrofia del sector servicios", que concentra el 70% del empleo y que provoca "unos contratos y unas relaciones laborales muy temporales".

Alberto Ruiz Gallardón, presidente del grupo parlamentario del Partido Popular (47 escaños), fue apocalíptico en sus consideraciones sobre el discurso de Leguina: "Escapista", "ocultista", "intervencionista", "antiguo", "escorado a la izquierda del PSOE y de efectos perversos".

Ruiz Gallardón comentó: "Leguina ha intentado esconder los datos tremendamente negativos de los últimos 12 meses en un discurso en el que se ha tenido que remontar hasta 1983 para relatar lo que ha hecho". Además, se mostró "muy preocupado" por la parte económica, que, según su criterio, le escribió Isabel Vilallonga y él se limitó a leer en su papel "de marioneta política".

"Leguina ha criticado la política de mercado, y me temo que a partir de ahora la inversión privada se va a sentir incómoda en la Comunidad, y esto nos va a costar muchos millones a los madrileños y va a generar paro", concluyó Ruiz Gallardón.