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Alfonso Guerra afirma que la crisís no está en el Estado de bienestar, sino en el sistema capitalista

Anabel Díez

El vicesecretario del PSOE, Alfonso Guerra, hizo ayer una variante sobre el debate en tomo al Estado de bienestar al aseverarque cuando un sistema no es capaz de mantener la cobertura del Estado de bienestar "es porque la crisis está en el sistema capitalista". Guerra, a pesar de esta apreciación, no hizo anoche un discurso incendiario, dado que, al describir la situación económica y aportar recetas, no se salió un ápice del discurso de Felipe González.

Guerra, con el horizonte de una huelga general, llamó a la responsabilidad de los agentes sociales porque para salir de la crisis "es necesario un marco social estable". El número dos del PSOE afirmó que un pacto social permitiría repartir los costes de la crisis con criterios socialmente aceptables.Cientos de personas abarrotaron ayer un hotel madrileño para asistir a la clausura de unas jornadas sobre La socialdemocracia en la crisis económica de los noventa, que organizó el responsable del área institucional del PSOE, Abel Caballero. Guerra creó cierta expectación al señalar que su "visión" de la situación económica no "comprometía a nadie".

Dos partes tuvo su intervención, una referida a las posibles recetas para atenuar la crisis y otra, de contenido más ideológico, en torno al mantenimiento de las políticas sociales. Fue en este último apartado cuando se explayó sobre elementos diferenciadores entre la derecha y la izquierda, y la necesidad de que se borre cualquier confusión entre ambas doctrinas.

Así, despachó en unas líneas el debate sobre el Estado de bienestar al señalar que si un sistema no puede garantizar la cobertura que le es propia, simplemente "lo que está en crisis eá el sistema capitalista".

En esta línea hizo un recorrido sobre la evolución del discurso ideológico de los últimos años, sin atribuírselo a nadie en concreto, pero que también forma parte del discurso de algunos socialistas. Guerra recordó que se había pasado de la muletilla, según la cual "ya no hay izquierda ni derecha", a otra que dice lo siguiente: "Ser de izquierdas es hacer las cosas bien, es estar con la modernidad".

Guerra señaló que le parecían bien ambas cosas, aunque no suponían en absoluto rasgos ideológicos diferenciadores, y dio su opinión sobre los autores de este tipo de afirmaciones: "Son máximas de los sentimentalmente socialistas pero intelectualmente flberales". Remachó la idea con una frase del poeta Luis Cernuda: "Tan caídos estamos que ni la fe nos queda".

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Pero no todo fue así. Algunos de los dirigentes socialistas presentes en este acto comentaban entre ellos que el discurso de Guerra estaba "lleno de matices" y sus citas estaban muy bien escogidas. Así, leyó una frase del padre del liberalismo, Adam Smith, que muy bien podía ser asumible por un socialdemócrata actual, para concluir con ello que "los liberales históricos eran más razonables que sus exegetas.

El número dos del PSOE cambié de registro al hacer una encendida defensa de la unidad europea, dado que, a su juicio, no podrá salirse de la crisis económica sin la coordinación de todos los países de este área, recordando los casi 25 millones de parados que acumulan los países europeos.

Estado de beneficencia

Guerra avanzó en su discurso aludiendo a la necesidad, desde la perspectiva socialista, de que la creación de empleo fuera paralela al mantenimiento de la política social. "Desde la izquierda no podemos aceptar un Estado de beneficencia, y ojo a la frase de quienes dicen que sólo hay que ayudar a quien lo necesita".

A su juicio, esto conduciría a un modelo dual de sociedad, según la cual unos sectores estarían cubiertos en sus necesidades básicas por seguros privados y otros sólo tendrían acceso a unos servicios públicos probablemente degradados.

A este respecto, los más de cien ponentes que han pasado por estas jornadas concluyeron en que tanto en España como en Europa sus ciudadanos, "cuando se trata de salud, vejez y educación, no aceptan reducciones", a decir de Abel Caballero al enumerar las conclusiones de estos días de debate.

Alfonso Guerra afirmó igualmente que hay cuatro servicios universales irrenunciables para las sociedades desarrolladas, como son la sanidad, la educación, las pensiones y el desempleo.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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