El escritor José Antonio Marina revindica la inteligencia creadora en su nuevo ensayo
José Antonio Marina, galardonado el pasado año con el Premio Nacional de Ensayo por su brillante Elogio y refutación del ingenio, vuelve a la carga con un nuevo libro sorprendente, Teoría de la inteligencia creadora, publicado también por Anagrama. Marina, para quien "la ciencia es ante todo seducción", se muestra en esta obra decidido partidario de la inteligencia creadora que, en su opinión, "puede ser mucho más sugerente que la fantasía".Marina se confiesa orgulloso de ser catedrático de instituto y hasta utiliza su condición de outsider universitario para jugar la carta de la heterodoxia. "Es en los institutos donde se hacen las cosas serias", comenta con una sonrisa, "no en la universidad". Puesto en plan vendedor, Marina apunta dos razones básicas para que los lectores compren su nueva obra: "Primero, porque es un libro sobre la inteligencia, que no es tema accidental; segundo, porque es divertido".
Y es en este segundo aspecto en el que insiste José Antonio Marina: "Un ensayo no tiene porque ser aburrido". Por ello, para no cansar al lector, ha dividido la obra en dos partes. En la primera expone su teoría sobre la inteligencia; en la segunda, en vez de acumular notas farragosas, opta por establecer un diálogo con un lector imaginario.
"SI en mi primer libro intenté explicar cómo se divertía la inteligencia", señala, "en éste me interesan los mecanismos cómo crea la inteligencia". "La verdadera inteligencia", añade, "es la inteligencia creadora, la que inventa proyectos".
Y a partir de esta afirmación, Marina es capaz de mezclar la más alta ciencia con el deporte (Michael Jordan, por ejemplo) o con la escritura. "La creatividad en el deporte o al escribir son muy parecidas", comenta. "Lo importante es ver que no se crea espontáneamente. Me interesa mostrar que el mundo de las posibilidades reales es más sugerente que el de la fantasía".
"Lo que más me atrae del comportamiento humano", continúa Marina, "es la capacidad de convertir el esfuerzo en gracia, como hace un bailarín, que entrena horas y horas para acabar bailando con soltura".
En su ensayo, además de teorizar sobre la inteligencia, analiza Marina el proceso de creación de varios escritores y pintores. "Al analizar cómo los novelistas inventan las novelas se ve que hay detrás un esquema muy parecido al de Michael Jordan y el baloncesto. Hay unos objetivos y un esfuerzo. Si conocemos este esquema desaparece el mito del artista como ser aparte".
"Con esto no pretendo en absoluto desmitificar la figura del artista", precisa, "sino dignificar la figura de todos".
