Guinea acusa a España de favorecer a los partidos de la oposición
España y EE UU, los países que con más fuerza han condenado la falta de credibilidad de las elecciones legislativas del domingo, volvieron ayer a ser el blanco de violentas acusaciones verbales de las autoridades guineanas. La Embajada de España en Malabo fue responsabilizada nuevamente de favorecer a la oposición e intentar "cambiar por métodos violentos" la dirección de la gua colonia africana a través de una nota verbal que conmina al Gobierno español a pronunciarse sobre el futuro de las relaciones entre ambos países.
Los medios de comunicación oficiales guineanos, subvencionados por la cooperación española, divulgaron ayer el velado ultimátum del régimen del presidente Teodoro Obiang al Gobierno español para que Madrid reconozca los resultados de las elecciones del pasado domingo. Se trata del contenido de una nota verbal, entregada en la tarde de ayer al embajador español en Malabo, Arturo Abello, en la que se mantiene el tono amenazador de las declaraciones hechas el lunes por el viceprimer ministro guineano, Miguel Oyono.Este dirigente había calificado las condenas del ministro de Asuntos Exteriores español, Javier Solana, contra la falta de credibilidad de las elecciones de "incoherentes" e "inoportunas". La nota de ayer denuncia la "mala fe" del responsable de la diplomacia española, a través de cuyas declaraciones, afirma el texto, "se deduce que el Gobierno español no ha reconocido y no reconocerá al nuevo Gobierno guineano". El comunicado alude al hecho de que ello pondrá en entredicho las, negociaciones que decidirán la continuidad o no de la cooperación española, cuyo plan marco expira en enero. El mensaje vuelve a reiterar el disgusto del Gobierno guineano, que sostiene haber realizado un proceso de apertura democrática, por el hecho de que la Embajada española recibe a representantes de los partidos políticos de la oposición.
Alternando con el contenido de la nota a España, los medios de comunicación volvieron a repetir ayer las denuncias contra supuestas prácticas de hechicería del embajador norteamericano, John Bennet, a quien el régimen de Obiang ha declarado "interlocutor no válido" por sus continuas denuncias de las violaciones de los derechos humanos en Guinea.
Pero las propias autoridades han tenido que reconocer una abstención de la población de Malabo, la capital, del 40%, que según las embajadas extranjeras supera incluso el 80%. Representaciones diplomáticas y grupos de la oposición creen que ante el fracaso del domingo el régimen ha reanudado con estos singulares ataques contra España y EE UU los pasos emprendidos durante el verano para eliminar testigos incómodos con una ruptura diplomática.
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