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Obiang pide a los guineanos que acudan a las urnas a pesar de la condena internacional a sus comicios

Sin hacer caso de la negativa de la ONU a legitimar el proceso, ni de la nueva andanada de condenas desde Washington o el distanciamiento incluso de la diplomacia francesa, el presidente guineano, Teodoro Obiang, pidió ayer el "voto masivo" de su población en las elecciones legislativas de hoy. Por fin, un día antes de las votaciones, un decreto hizo público el censo electoral. Número total de inscritos: 119.000, 11.000 menos que en el censo de 1989. Para los partidos de la oposición9 la mengua constituye una primera victoria de su llamada al boicoteo a la "farsa electoral".

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Por la mañana, el presidente divulgó por los medios de comunicación oficial, subvencionados por la cooperación española y accesibles sólo al régimen, n u discurso de fin de campaña. Según dijo, el de ayer debía ser "un día de reflexión" y pidió el voto masivo a la población.No mencionó al PDGE, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial que él lidera, ni hizo alusiones a la enérgica condena que EE UU acababa de emitir contra su supuesto proceso de apertura democrática. Todas sus energías se volcaron en subrayar la importancia de la participación, puesto que el boicoteo promovido por diez de los 14 partidos que integran la Plataforma de Oposición Conjunta (POC) se ha convertido en el principal desafilo a su intento de maquillaje.

Según los datos del propio decreto, el número de guineanos que hoy estará en condiciones de votar son 119.000, 11.000 menos menos que en el recuento realizado en 1989 por las autoridades de cara a la elección presidencial a la que Teodoro Obiang concurrió como candidato único. El propio presidente admitió ayer que en la lista definitiva sólo hay un 75% de ciudadanos guineanos susceptibles de ejercer el derecho al voto.

"Para nosotros no hay duda de que la cifra de inscritos está inflada", dijo ayer a este diario Severo Moto, dirigente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PP) y uno de los portavoces de la POC, al asegurar con satisfacción que "si el régimen no ha logrado disimular el descenso de inscritos es porque, como mucho, éstos no llegan a los 50.000 individuos". Para la oposición, el recorte de las listas constituye una primera victoria de su llamada a la población para que no participe en unas elecciones que las Naciones Unidas han criticado por falta de transparencia y libertad.

La propia elaboración del censo se ha hecho sin los oportunos controles y garantías. En algunos casos, la oposición comprobó que desaparecían de las listas los guineanos fichados en los archivos de la oposición que, en el caso del PP, fueron secuestrados por la policía guineana en un asalto a su sede.

La supervisión del proceso electoral será tarea exclusiva del Ministerio del Interior, al que Amnistía Internacional y la ONU responsabilizan de las continuas detenciones arbitrarias y torturas a los opositores. Las mesas electorales estarán presididas por personalidades afines a Obiang. Los representantes del PDGE tendrán voz y voto en el recuento mientras que los miembros de los partidos opositores sólo tendrán voz.

Las previsiones de los observadores diplomáticos apuntan a que las aldeas de Biokio y de la zona continental se han organizado "sin alharacas, pero de forma eficiente" para pasar el día en el interior de la selva continental y de las fincas de cacao de la isla para no ir a votar. Según portavoces bubis, la etnia mayoritaria en Bioko, la población -católicos practicante en su mayoría- se ha pasado la consigna de no pasar ni siquiera por la Iglesia para evitar posibles intimidaciones a la salida de misa.

En la rebelde y aislada isla de Annobón, situada a unos 700 kilómetros de Bioko, el boicoteo es ya una realidad, puesto que los datos oficiales de ayer sólo podían dar cuenta de 18 inscritos en el censo. Una cifra equivalente a la de los integrantes del destacamento militar que el pasado julio aplastó una sublevación de los 200 miembros de la población annobonesa.

Es en las ciudades de Malabo y Bata donde será más difícil a la población obedecer las. consignas de los opositores por la dependencia de la población de sueldos de la administración y la proliferación de viviendas propiedad del Estado.

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