Mito y realidad
Los últimos conciertos madrileños se han desarrollado bajo el signo del violín: Yehudi Menuhin, el mito; Silvia Marcovici, la realidad. Menuhin mudó hace tiempo su stradivarius y su guarnelius por el más franciscano de los instrumentos: la batuta. Y en su condición de director se puso al frente de la Orquesta de RTVE para ejercer la magia de su prestigio, de su musicalidad y de su experiencia. De su versión de la Sinfonía en re (Londres), Haydn, es imposible escapar al hechizo de ese Haydri vital, de esa transparencia de los arcos, de esa puntuación de las maderas.Otra cosa fue la aparatosa Segunda sinfonía, con la que rinde homenaje a Eduardo VII sir Edward Elgar. Música glorificante allí donde las haya y casi tanto como la de los polifonistas de la escuela romana: estos glorificaban la fe y la mística; Elgar, el Imperio británico.
Orquesta Sinfónica de RTVE
Director: Y. Menuhin. Obras de Haydn y Elgar. Teatro Monumental. Madrid, 18 de noviembre.Orquesta Sinfónica de Helsingborgs Director: O. Kamu. Solista: S. Marcovici, violinista. Obras de L. E. Larsson, Brahms y Schumann. Auditorio Nacional. Madrid, 17 de noviembre.
Marcovici, 40 años de juventud, belleza y lirismo, nos dio una preciosa traducción del Concierto en re de Brahms. La perfección de su juego, la temperatura y color de su sonido, la generosidad de su fraseo son rigurosamente fascinantes. Colaboró muy bien el maestro finlandés Okko Kamu con la Sinfónica de Helsingborgs en su actuación para la Asociación Filarmónica. Tónica meritoria que imperó en la atractiva suite de Lars-Erik Larsson (1908-1986), no demasiado representativa de su personalidad, y en la Sinfonía número tres, renana, de Schumann.
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