Valdemingómez será el primer basurero protegido del mundo

Unas montañas de basura de Madrid se van a convertir dentro de poco en un espacio protegido por la ley. Son las que forman las miles de toneladas de desperdicios, papeles y residuos plásticos que a diario se depositan en el vertedero de Valdemingómez. El Parlamento regional aprobó por unanimidad el pasado 7 de octubre el primer trámite administrativo para formalizar la ley de creación del nuevo Parque Regional del Sureste. El mayor basurero de la Comunidad se encuentra dentro de sus límites.

El contorno de los 290 kilómetros cuadrados del realmente llamado Parque Regional en torno a los ríos Manzanares y Jarama todavía puede sufrir variaciones si prosperan las enmiendas que están preparando los distintos grupos parlamentarios. De hecho, María Teresa Lara, diputada popular en la Asamblea de Madrid, está preparando una para que queden fuera de los límites tanto las 110 hectáreas del vertedero de Valdemingómez como las 67 de los terrenos previstos para la ampliación de este basurero del municipio de Madrid, limítrofe con Rivas-Vaciamadrid (20.000 habitantes). "Un parque regional está para proteger los valores ecológicos importantes", objeta Lara, "y no es el proceso lógico para que una zona degradada se recupere".El proyecto, que en palabras de Lara "convertiría a Valdemingómez en el primer basurero del mundo con protección medioambiental", ha provocado las más diversas reacciones. Mientras el Gobierno regional socialista se muestra favorable a la inclusión, tanto los populares del Ayuntamiento como los grupos ecologistas se oponen, aunque por motivos distintos.

Irregularidades

Luis Maestre, director general en funciones de la Agencia del Medio Ambiente (AMA) de la Comunidad de Madrid, futura responsable del parque, considera que no existe ningún problema en que, "mientras se cumplan todas las normativas comunitarias", el vertedero gestionado por los populares del Ayuntamiento se encuentre dentro de una zona del parque calificada como E" (según el proyecto, puede tener "un destino agrario, forestal, recreativo, educativo y/o de equipamientos ambientales").Pero tanto Ana Tutor, portavoz socialista en el Ayuntamiento, como Maestre acusan a Valdemingómez de "diversas y graves irregularidades", entre ellas el vertido de residuos clínicos, la filtración al subsuelo de lixiviados (líquidos de carácter ácido que se producen durante la fermentación) y la falta de control en el perímetro del basurero para impedir el paso a los buscadores. Otro problema es la presencia, en las cercanías del parque, de la incineradora de Valdemingómez, a la que acusan de producir dioxinas (productos altamente tóxicos).

"Si se van a seguir vertiendo residuos sólidos, lo mejor es que el vertedero quede fuera", afirma Santiago Martín Barajas, portavoz de Aedenat. Esta organización destaca la presencia en el futuro parque de valiosos parajes ecológicos, como una zona de matorrales yesíferos, los cantiles rocosos de las terrazas de los ríos, con raras especies vegetales, coscojares, bosques de ribera y encinares. La zona posee la mayor densidad de aves de la comunidad, con especies valiosas, como halcones, milanos negros, búhos reales y multitud de aves acuáticas. Los ecologistas se quejan del "bocado que se ha pegado a los límites del parque" en Rivas.