Reducción de salarios

Hace ya tiempo que lo que considerábamos algunos (ingenuamente, claro) un periódico más o menos de izquierdas, o por lo menos verdaderamente independiente, resultó ser ni más ni menos que un negocio como otro cualquiera, y, por tanto, de derechas, que se pone del lado explotador (alias empresario) y en contra del obrero, que es quien, sin embargo, produce esa riqueza de la que ustedes mismos, los de EL PAÍS, sacan una gran tajada, evidentemente. Y en el editorial del 13 de octubre, La contrapartida es el empleo, vuelven ustedes a confirmar ese su espíritu reaccionario cuando hubieran estado más guapos callándose la boca; pero, claro, ustedes mismos explotan a otros; o sea, que les convenía. Por eso no han podido callárselo.Algo que consideraba siempre como impensable, el hablar de la reducción de los salarios (cuando éstos, en pura lógica y en justicia, deben considerarse como transitorios hasta la eliminación del capitalismo), resulta que hace un tiempo, y con el pretexto de la crisis -creada por los mismos capitalistas en protesta por no poder seguir atiborrándose en gran escala como siempre-, ya se habla abiertamente de su reducción, y ustedes se hacen eco de ello.

Cuando hablan de que el despido español es el más caro de Europa, se les olvida mencionar que, por el contrario, los salarios, a excepción de Portugal, son los más baratos de esa misma Europa, a veces en una relación de 4 a 1, y no sólo en Suiza, desde donde les escribo, sino hasta en Italia, en donde un obrero sin cualificar lo mínimo que gana son unas 250.000 pesetas al mes. Eso sin hablar de Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Luxemburgo, etcétera. Y en cuanto a los precios de los productos de consumo, ahí es donde pueden ustedes afirmar sin miedo a equivocarse que son los más caros de Europa, pues hasta comprarse un piso resulta más barato aquí en Suiza, país que se consideraba hasta hace poco el más caro del mundo después de Japón. Yo mismo les podría ir enumerando los precios de miles de artículos de todo tipo, hasta de alimentación, aquí mismo en Suiza, mucho más baratos que en España. ¿Cómo son ustedes tan cínicos al hablar de reducir los salarios? Ya les pasaremos la factura.-