Llorens: "En España no sabemos de qué va la película"
"Apelaría al alma de la gente; pero es que en España no sabemos de qué va la película. Es el gran problema. No sabemos lo que es competitividad. Hemos estado tantos años cerrados que no sabemos de qué va la película". Durante la hora y 50 minutos que tarda el AVE en llegar de Madrid a Córdoba -Seat ha presentado estos días en Córdoba su nuevo modelo, que lleva el nombre de la ciudad andaluza-, Juan Llorens, recientemente nombrado presidente de la empresa automovilística, no deja de destilar duras críticas contra los políticos y los sindicatos mientras asegura que él va a conseguir rentabilizar la sociedad. Llorens (Barcelona, 59 años) es presidente de Faconauto, federación de asociaciones automovilísticas y trabajó durante 20 años en Enasa-Pegaso, cuando era del INI.El nuevo responsable de Seat, que ha llegado al cargo en el momento de crisis más profunda de la empresa por el recorte de plantilla de 9.000 personas pertenecientes a la planta de Zona Franca (Barcelona), asegura que no entiende "a determinados poderes fácticos, que toman medidas en la calle perjudicando a una cosa que se llama España S A".
Llorens se muestra muy preocupado de que ese mensaje se transmita a sindicatos y al Gobierno. Es su tema recurrente a lo largo de la conversación. A los primeros no les perdona que "no hayan dado un margen de confianza a un recién llegado, me tenía que sentir humanamente ofendido". Sobre el Gobierno dice: "Yo pregunté al doctor Piech [presidente de Volkswagen] si Seat iba a seguir como empresa y marca independiente y me aseguró que sí. Me entrevisté con 10 miembros del consejo de vigilancia del grupo y noté un alto coeficiente de simpatía por España. Pero se me olvidó preguntar a los políticos españoles si querían mantener Seat como empresa independiente, porque por lo que están haciendo parece todo lo contrario". "Yo pido a los poderes fácticos", prosigue, "que se den cuenta de lo que nos estamos jugando; querer mantener empleo ineficaz es generar más desempleo en el futuro".
Paradójicamente, dice que no he encontrado más que aliento, pero me indigna la demostración gratis de mala imagen que se está dando de Seat y de España. Hay mucha gente que se está frotando las manos fuera de España por la mala imagen que se está dando".
Llorens asevera que va a agotar la vía del diálogo. Su reto más importante es levantar la empresa, y se muestra completamente seguro de que va a conseguir hacerla rentable desde 1994 ("aunque la competitividad es tan monstruosa que no hace falta sólo ser bueno, sino que hay que estar en forma"). Tras reconocer que las cosas no se hicieron bien en los años pasados recientes ("aunque no quiero criticar a mis antecesores, sólo quiero hablar del futuro") mantiene que los 120.000 millones de pesetas que va a aportar VW ("no puede aportar más porque debe ajustarse a la crisis y repartir sus inversiones entre sus diversas empresas") son suficientes. "Con esa cifra se puede limpiar el balance y financiar los planes de reestructuración". Este año Seat perderá más de 100.000 millones de pesetas, una cantidad que supera sus recursos propios (91.056 millones de pesetas).
La fe del carbonero
Sin embargo, Llorens prefiere no profundizar en las finanzas de la empresa y contesta que tiene la confianza de un carbonero" en que Seat saldrá adelante. "Si superamos la fase crítica motivada por los problemas sociales, que no hay que minimizar, Seat crecerá y traerá más grupos".
La confianza de carbonero de Llorens le permite aventurar que ,,entre Iñaki [López de Arriortúa, director de compras de VW, conocido como Superlópez] y yo, de la mano, vamos a españolizar Volkswagen". Y como López de Arriortúa, afirma que no habrá ningún despido en Zona Franca y que la fábrica barcelonesa no se cerrará: "De los 9.000 excedentes, 3.000 son prejubilaciones de mayores de 55 años, 4.600 pasarán al parque de proveedores y 1.400 son contratos temporales".
Apuesta por el éxito del citado parque "que estará abierto a cualquier proveedor y que será la primera experiencia de este tipo del mundo". En Zona Franca quedarán unos 3.000 trabajadores, repartidos en prensas, fundición, componentes y parte del staff. Precisamente, Llorens tiene previsto "achatar el organigrama".
El objetivo establecido por Llorens para hacer rentable Seat es fabricar 320.000 coches al año en Martorell.
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