Yeltsin y la democracia

La carta blanca que los líderes occidentales han otorgado a Borís Yeltsin está siendo puesta a prueba cada vez más por los parlamentarios rusos y la prensa. ( ... ) Rusia desea ser aceptada como un Estado democrático y como una economía, al menos, de transición a la de mercado, por lo que esperará ser juzgada en estos términos. ( ... )El asalto al Parlamento ha sido, como astutamente señaló Yeltsin la semana pasada, una lección aprendida de manera apresurada por cada parcela de poder en el país: todos le tratan ahora con una enorme consideración. Al igual que la mucho más sangrienta y mucho menos justificable eliminación de disidentes en la plaza de Tiananmen, el efecto ha sido el fortalecimiento del poder central y el estímulo de la inversión extranjera (que en el caso de Rusia es todavía incipiente), pero también ha restringido de manera inequívoca el debate y ha dado al presidente casi todas las bazas. ( ... )

Los medios de comunicación han sido desequilibrados en favor de los partidos propresidenciales. ( ... ) Algunas voces anti-Yeltsin, como el popular programa televisado de extrema derecha 600 segundos, continúan proscritos. ( ... )

Sin embargo, lo que destaca entre las idas y venidas del equipo de Yeltsin es el intenso deseo de crear las instituciones de un Estado de funcionamiento democrático y de una economía de mercado. ( ... ) Yeltsin sigue siendo la mejor apuesta.

, 8 de noviembre