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ESPACIO - PROYECTO RUSO-ESTADOUNIDENSE DE ESTACIÓN ESPACIAL

La 'Freedom' ha muerto, viva la 'Alpha'

La nueva estación Alpha, que sustituye al proyecto Freedom y surge del reciente acuerdo de cooperación espacial entre Estados Unidos y Rusia, empezará a ensamblarse en 1998, según el plan anunciado esta semana por la NASA tras el viaje de su administrador, Daniel Goldin, a Moscú. El plan prevé el lanzamiento a partir de 1996 de los elementos de la estación, muchos de los cuales serán rusos, similares a los utilizados en la actual estación Mir, por medio de cohetes Proton y transbordadores.La estación estará lista para ser habitada en el año 2001, y su construcción necesitará 31 vuelos espaciales. Podrán tripularla seis personas (cuatro americanos y dos rusos), en vez de las cuatro previstas en la Freedom. El mando único estará situado en Houston (EE UU), con un centro de control en Kaliningrado (Rusia).

Alpha costará entre 15.000 y 16.000 millones de dólares (unos dos billones de pesetas), lo que, si se cumple, representará un coste muy inferior al último estimado para la Freedom, reducido a unos 40.000 millones de dólares. El núcleo central de la futura estación será un módulo ruso, encargado de la dirección y el control de altitud. Otro módulo ruso proporcionará la potencia eléctrica, y los vehículos de socorro serán los soyuz rusos.

La NASA, por su parte, proporcionará los módulos de habitación, laboratorio y los elementos de amarre de los transbordadores. Según Goldin, Alpha será un 25% mayor y más potente que los proyectos precedentes.

Sin embargo, la larga carrera de obstáculos de este proyecto no ha terminado. Hace falta que el Congreso estadounidense lo apruebe, y también falta convencer a los socios de la antigua Freedom -Europa, Canadá y Japón- para que acepten participar en la Alpha. Esta semana tendrá lugar una reunión en Montreal (Canadá) para negociar la participación.

También hará falta, paradójicamente, convencer a los rusos de que los estadounidenses van en serio. Los rusos, dijo Goldin el pasado jueves, están preocupados por el hecho de que el proyecto depende de los parlamentarios estadounidenses.

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