48 horas perdidas
Expertos en la investigación de secuestros entienden que las primeras 48 horas son cruciales para obtener pistas y datos clarificadores. Esa tesis se mantiene en un informe que reconoce la incapacidad de los cuerpos local y autonómico para hacerse cargo de las investigaciones del secuestro dada la dimensión adquirida por el caso.La policía local de Olot fue la primera que intervino -el 20 de noviembre de 1992- y lo hizo al ser avisada por la familia que se puso en contacto con ellos una hora después de la precipitada huída del garage -del domicilio de Maria Ángels Feliu- del coche de la farmacéutica.
A la mañana siguiente, los agentes descubrieron el vehículo de María Angels abandonado en un paraje cercano. Los policías procedieron inmediatamente a identificar las huellas dactilares utilizando los polvos necesarios para este menester sin reparar en el rocío que cubría todo el coche. El resultado fue un mejunje pastoso del que fue imposible extraer una sola huella.
En ayuda de la policía local acudió la policía autonómica. Su servicio tuvo también alguna errata. En una ocasión olvidaron girar la cinta qué debía registrar todas las comunica ciones telefónicas de los secuestradores. Por ello, una de las llamadas no quedó grabada.
Después, la investigación pasó a manos de la Guardia Civil, cuerpo que ha seguido con las diligencias hasta ahora. Expertos en materia de secuestros lamentan ahora no haber podido intervenir desde el primer momento, sobre todo porque la forma de llevarse a la farmacéutica y la poca concreción de las llamadas a la familia hacía suponer que no se trataba de delincuentes profesionales.
