El portavoz de los Feliu afirma que la estancia de la detenida en un hotel de la familia fue una casualidad

El portavoz de la familia Feliu, Joan Capdevila, aseguró ayer que Concepció Feliu, la prima hermana de la farmacéutica de Olot que acompañaba el pasado jueves a María de los Ángeles Mariño Suárez cuando ésta fue detenida por su supuesta implicación en el secuestro, "no ha prestado declaración ni va a prestarla" ni ante la Guardia civil ni ante él juez instructor. Capdevila insistió en que la estancia de la detenida en el hotel Via Augusta, cuya gerente es Concepció Feliu, "es pura casualidad. El juez de Olot Santiago Pinsach recordó ayer a los abogados, mediante un comunicado, el secreto de las actuaciones.

Pese a la contundencia de Capdevila de descartar que Concepció Feliu sea llamada a declarar, otras fuentes conocedoras del caso precisaron que sería lógico que la hotelera aclarase por qué se prestó a acompañar a Mariño al aeropuerto para que abandonara Barcelona. Sobre todo sabiendo la relación de Mariño con uno de los detenidos, Joan Casals. Ignacio Rubio, el letrado que fue llamado por la propia Feliu para que asistiera a Mariño en la declaración ante el juez, manifestó ayer que no había mantenido ningún contacto más con la codirectora del hotel.El portavoz de la familia insistió en el azar de que Mariño se alojara en el hotel codirigido por un miembro de la familia Feliu y subrayó que todo lo que se pueda decir al respecto son "elucubraciones periodísticas". Reconoció, sin embargo, que el hecho de que Concepció Feliu acompañara a Mariño con su vehículo al aeropuerto era "un comportamiento anormal en circunstancias anormales" y lo atribuyó a la compasión que despertaba el niño de 10 meses que Mariño llevaba en brazos.

Capdevila dijo que fue informado por Concepció Feliu de la estancia de la sospechosa -cuya voz podría ser la que está grabada en las cintas recibidas por la familia, haciéndose pasar por la secuestrada- en el hotel Vía Augusta tras producirse la detención. "Cuando llegó de vacaciones se la encontró en el hotel", añadió refiriéndose a Mariña, de la que dijo que se hospedaba en ese establecimiento porque "ya lo había hecho antes".

Capdevila se ratificó en sus dudas sobre la participación de Casals en el secuestro y acerca del testimonio de Francisco Evangelista, el hombre que denunció a los dos detenidos: Joan Casals y Xavier Bassa. Capdevila, que se entrevistó con Evangelista unos seis meses después del secuestro -perpetrado el 20 de noviembre de 1992-, afirmó que el delator sólo le manifestó que un año antes había oído, "en una conversación de taberna", a dos personas que hablaban sobre la posibilidad de secuestrar a una farmacéutica de Olot. Este testimonio, siempre según el portavoz, no le pidió ningún dinero por la información, que posteriormente, "ha ido variando y ampliando" en sus declaraciones a la Guardia Civil y a los medios de comunicación.

Sobre la posible participación de Evangelista en, un careo con los dos detenidos, fuentes del caso han señalado que éste no se producirá de forma inminente. Lo más seguro es que el juez no decida trasladar a Evangelista desde Albacete, donde se encuentra bajo protección policial, hasta la semana próxima. Mientras, el letrado de Casals expresó ayer su deseo de celebrar cuanto antes el careo.

Mientras sigue siendo una incógnita el paradero de la farmacéutica, el juez de Olot Santiago Pinsach dio ayer "severas" instrucciones a los abogados y a personas relacionadas con la investigación para que no comenten absolutamente nada.