Nueva Izquierda culpa a González y Anguita de la falta de acuerdo entre IU y PSOE

Nueva Izquierda, la corriente renovadora de Izquierda Unida (IU), acordó ayer en una reunión de sus principales dirigentes en Madrid que su convención nacional se celebrará, finalmente, el próximo 18 de diciembre. La fecha de la convención ha sido aplazada varias veces -cuando se presentó en verano, todos los renovadores la situaban en septiembre- por las grandes resistencias internas que suscitó la propuesta inicial de hacer de la corriente un partido nacional dentro de IU. Esta propuesta ya ha sido desechada, y el documento organizativo, de ocho folios, habla básicamente de mantener Nueva Izquierda como corriente dentro de IU aumentando en gran medida, eso sí, su grado de organización.El documento político cree imprescindible el diálogo y la colaboración entre el PSOE e Izquierda Unida para dar el repetido "giro a la izquierda" a la política española. La responsabilidad de que tal diálogo no se haya dado hasta ahora la tiene fundamentalmente, según Nueva Izquierda, el presidente del Gobierno, Felipe González. Pero una culpa no menor se hace recaer sobre el sector mayoritario de IU que encabeza su coordinador general, Julio Anguita.

Durante cerca de cinco horas, los renovadores que forman parte del Consejo Político Federal de IU -el máximo órgano entre asambleas- llegaron a un "consenso amplísimo", según fuentes de la corriente, sobre los documentos político y organizativo que debatirá la convención. Estos textos se terminarán de perfilar de aquí al 15 de noviembre.

Los renovadores creen también preciso sentar las bases para una "reconducción" de Izquierda Unida, que, a su entender, pasa por recuperar la identidad original del proyecto, que "se perdió" en la tercera Asamblea de esta fuerza, en mayo de 1992. En esa Asamblea, los renovadores vieron derrotadas sus propuestas y presentaron una candidatura alternativa a la que encabezó Anguita, lo que selló la división de ambos sectores.