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La Asamblea celebra tantas comisiones como el Congreso y el Senado juntos

Javier Casqueiro

El sistema de retribución por dietas a los diputados de la Asamblea de Madrid se ha demostrado con muchos inconvenientes y escasas ventajas, según reconocen casi todos los implicados. Los parlamentarios autonómicos multiplican la asistencia a comisiones hasta tal punto -113 de media al año- que baten récords entre las Cámaras españolas, incluidas el Congreso, el Senado, el Parlamento catalán, el vasco o el gallego. Este hecho, que la oposición explica señalando que revela el intenso control sobre el Ejecutivo, molesta al Gobierno regional y no proporciona grandes ingresos a los implicados, que cobran una media de 2,1 millones de pesetas al año (que suman a sus ingresos profesionales). Pero un sueldo fijo saldría más caro.Nadie admite que entre los diputados madrileños se haya contagiado la dietitis, enfermedad que se atribuye a parlamentarios que pertenecen a varias comisiones y firman en otras cuando hay compañeros ausentes. Cada uno cobra unas 20.000 pesetas por cada comisión o pleno. PASA A LA PÁGINA 3

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VIENE DE LA PÁGINA 1La mayoría de las 546 sesiones de las distintas comisiones que se han celebrado en la Asamblea de Madrid desde que empezó esta legislatura, hace algo más de dos años, han durado apenas 90 minutos, aunque algunas se han llegado a resolver en 15 y otras se prolongan por espacio de hasta cuatro horas.

Todos los responsables políticos admiten, no obstante, que el sistema actual de retribuciones por dietas -extensible a todas las autonomías reguladas por el artículo 143 de la Constitución, las denominadas de la vía lenta- no funciona bien. No coinciden, sin embargo, ni en la explicación de esté hecho ni tampoco en la manera de resolver los múltiples inconvenientes que se plantean.

El estatuto de autonomía de Madrid establece, en su artículo 10, apartado 5, que los diputados "no percibirán una retribución fija por su cargo representativo sino únicamente dietas que se determinen por su ejercicio". Este impedimento podría resolverse de manera general con un consenso entre todos los partidos políticos en el Congreso de los Diputados para una reforma de los estatutos de las autonomías de vía lenta.

Mientras tanto, la mayoría de los diputados madrileños trabajan en sus empresas o en la función pública -el mayor porcentaje- y utilizan las dietas como ingresos extraordinario s.

Unos ingresos que, en cualquier caso, guardan relación directa con su trabajo. La Asamblea de Madrid, para empezar y pese a sus escasas competencias actuales, dispone de prácticamente el mismo número de comisiones de funcionamiento habitual que el Congreso de los Diputados, que el Senado o que el Parlamento catalán, y casi el doble que las cámaras del País Vasco o de Galicia.

La cámara que más se reúne

Ninguna de esas cámaras se reúne tantas veces, en comisiones o plenos, como la madrileña. El 86% de los 101 parlamentarios regionales (47 del PP, 41 del PSOE y 13 de IU) asisten cada año a una media de entre 102 y 117 sesiones de pago. La media total está en 113 reuniones al año y en 2.147.000 pesetas de retribuciones brutas.

La anécdota la fijan los 14 diputados que se salen de la norma. La mitad de ellos superan esa cifra media y hay uno -no se revelan nunca los nombres ni el partido- que firmó su presencia en 230 y consiguió 3.600.000 pesetas de retribución. La otra mitad baja de la media, y se da el caso de uno que sólo se dejó ver en 42, por lo que cobró apenas 700.000 pesetas.

Fuentes del Parlamento regional indican que esta proliferación de comisiones no es indicativa de ningún afán económico, "sino que obedece a razones políticas de la oposición para tener controlado al ejecutivo".

Los portavoces del PSOE, tanto Teófilo Serrano como su adjunta, Dolores García Hierro, acusan al PP del gran volumen de iniciativas y preguntas que se plasman en peticiones de comparecencias a los consejeros del Gobierno regional y posteriormente en comisiones que suponen un gasto.

"Hay otras fórmulas de marcar al Gobierno y de ejecutar el control parlamentario sin tener que llegar a lo que sucede ahora, que muchas veces piden por pedir", indicó Dolores García Hierro.

Esta misma opinión es la que sostienen la mayoría de los consejeros regionales, protagonistas del 90% de las comparecencias, incluida la del presidente regional Joaquín Leguina. Muchos consejeros se escudan en las continúas comparecencias ante la Asambica para decir que no se les d Ja gestionar y alguno intenta evitar su comparecencia con todo tipo de trucos.

"Lo cierto es que la mayoría de los diputados tanto de la oposición como del partido en el Gobierno - se quejan a los responsables de la Asamblea ,-y presentan protestas y apelaciones- en cuanto un consejero no les aclara cualquier tipo de duda, ya sea ésta una pregunta sobre la ejecución de los presupuestos o sobre un bache en la carretera de Morata de Tajuña", explica un responsable autonómico.

Tanto Serrano como García Hierro han aclarado que entregan todas sus dietas al partido. El primero cuenta con su sueldo como senador y la segunda está liberada para el trabajo político. García Hierro y otros cuatro diputados del PSOE ingresan 323.000 pesetas brutas mensuales de los fondos de la Federación Socialista Madrileña.

El PSOE se ha organizado de tal manera que cada diputado pueda pertenecer a una media de tres comisiones y perciba por ello una media de 1.900.000 pesetas brutas anuales. Propugnan la racionalización de las comisiones -más agrupadas- y son favorables a una compensación fija alta al mes y multas para los que no asistan a las sesiones.

Acusan al PP

El PP rechaza las acusaciones del PSOE y de los miembros del Gobierno de ser los culpables de la multiplicación de las comisiones. Antonio Beteta, su portavoz, niega que los consejeros estén permanentemente en la Asamblea por cualquier motivo y asegura que sus diputados sí se conforman en muchas ocasiones con la presencia de un director general.

El portavoz del PP, aunque admite que efectivamente se celebran muchas comisiones, argumenta que para eso está el Parlamento . regional: "Para trabajar".

Beteta, con 600.000 pesetas brutas al mes, Carmen Álvarez Arenas, portavoz adjunta, y Manuel Cobo, secretario general, ambos con 500.000 pesetas brutas mensuales (todos ellos en doce pagas), reciben sus sueldos, en parte, de las dietas de su trabajo. El resto lo completa el grupo parlamentario. "El partido no tiene que aportar mucho porque somos los que más trabajamos", comentó uno de ellos.

El PP ha estructurado su despliegue en una media de tres comisiones por diputado y según los datos internos cada uno de sus parlamentarios gana en dietas 2.033.000 pesetas al año.

Los portavoces del PP se muestran, en público, contrarios a plantear ahora la necesidad de un sueldo fijo al mes para los diputados regionales. Fuentes del PSOE y de IU aseguran, por el contrario, que esta no es la opinión de los responsables del PP en las negociaciones en marcha para resolver este problema.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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