_
_
_
_
_

Sólo seis estudiantes envían fotos eróticas al concurso de la Autónoma

Sus novias o ellos mismos fueron sus modelos

Paz Álvarez

Cuerpos desnudos, juegos eróticos, laberintos de manos, extrañas posturas amatorias... Son algunas de las 57 fotografías que seis estudiantes han remitido al primer concurso de fotografía erótica de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma. Todos han tenido que recurrir a sus novias o novios (dos participantes eran mujeres), e incluso al autorretrato, para encontrar un modelo fácil y barato.

Isabel Pintor, de 19 años, una de las participantes en el concurso, aprovechó este verano su estancia en Itiarca (Asturias) para descubrir, además del verde paisaje del norte, el cuerpo de su "chato", al que fotografió con el simple adorno de unas algas que encontró en la playa.Era la primera vez que Isabel y su novio, David, que prepara el doctorado en imagen y sonido, se fotografiaban desnudos. "Pero no me dio vergüenza porque estaba con una persona de confianza, que ya me había visto desnuda otras veces", asegura esta pelirroja estudiante de tercero de Psicología, que le gustaría poder plasmar las escenas eróticas que vive con su chico.

Quien no se define nada romántico es otro participante Antonio Martín, de 22 años, regordete y muy morboso. Desde hace cuatro años colecciona Interviús y, visita asiduamente los sex-shop. "No estoy obsesionado con el sexo, pero sí con el sex-shop. Es la manera más cómoda de ver a una tía desnuda", asegura. Este estudiante de cuarto de Psicología afirma que la fotografía erótica "es una forma de ser mirón y consentido".

A Francisco Guardia, de 24 años, no le resultó difícil convencer a una amiga para que posara. "Ella vio que mi propuesta era honesta y que no pretendía ligar", asegura este futuro psicólogo.

¿Qué más dará fotografiar un desnudo que un bodegón?", se ha preguntado muchas veces Víctor Martínez, cuando sus ex novias le recriminaban su afición por retratarlas desnudas. En esta ocasión ha conseguido el segundo premio de este concurso con un autorretrato en el que unas cebollas dejan su pubis en el anonimato.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_