Sólo seis estudiantes envían fotos eróticas al concurso de la Autónoma
Sus novias o ellos mismos fueron sus modelos
Cuerpos desnudos, juegos eróticos, laberintos de manos, extrañas posturas amatorias... Son algunas de las 57 fotografías que seis estudiantes han remitido al primer concurso de fotografía erótica de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma. Todos han tenido que recurrir a sus novias o novios (dos participantes eran mujeres), e incluso al autorretrato, para encontrar un modelo fácil y barato.
Isabel Pintor, de 19 años, una de las participantes en el concurso, aprovechó este verano su estancia en Itiarca (Asturias) para descubrir, además del verde paisaje del norte, el cuerpo de su "chato", al que fotografió con el simple adorno de unas algas que encontró en la playa.Era la primera vez que Isabel y su novio, David, que prepara el doctorado en imagen y sonido, se fotografiaban desnudos. "Pero no me dio vergüenza porque estaba con una persona de confianza, que ya me había visto desnuda otras veces", asegura esta pelirroja estudiante de tercero de Psicología, que le gustaría poder plasmar las escenas eróticas que vive con su chico.
Quien no se define nada romántico es otro participante Antonio Martín, de 22 años, regordete y muy morboso. Desde hace cuatro años colecciona Interviús y, visita asiduamente los sex-shop. "No estoy obsesionado con el sexo, pero sí con el sex-shop. Es la manera más cómoda de ver a una tía desnuda", asegura. Este estudiante de cuarto de Psicología afirma que la fotografía erótica "es una forma de ser mirón y consentido".
A Francisco Guardia, de 24 años, no le resultó difícil convencer a una amiga para que posara. "Ella vio que mi propuesta era honesta y que no pretendía ligar", asegura este futuro psicólogo.
¿Qué más dará fotografiar un desnudo que un bodegón?", se ha preguntado muchas veces Víctor Martínez, cuando sus ex novias le recriminaban su afición por retratarlas desnudas. En esta ocasión ha conseguido el segundo premio de este concurso con un autorretrato en el que unas cebollas dejan su pubis en el anonimato.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.