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La bandera del Ejército bosnio ondea en Vares

La bandera de la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana) ondea en el centro de Vares. Las últimas bolsas de resistencia croata han desaparecido. La victoria es total. Un puñado de antiguos prisioneros musulmanes, protegidos por los cascos azules suecos, recibieron a los soldados como libertadores. Al sur de la ciudad recién conquistada, las tropas del Consejo de Defensa Croata (HVO), apoyadas por unidades de refresco, tratan de reorganizarse. Al este, los serbios, que cuentan con material suficiente para derrotar a croatas o musulmanes, guardan silencio.

Veinticuatro horas después de la precipitada huida de miles de civiles y soldados croatas, las tropas musulmanas tomaron ayer el centro de Vares, una localidad que antes de la guerra estuvo habitada por 25.000 personas, la mayoría croatas. Allí, en la plaza principal, los vencedores izaron la bandera blanca de Bosnia-Herzegovina. Poco antes, la Armija había quebrado la última resistencia croata. El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, aseguró que la conquista de Vares tiene por objeto evitar una nueva matanza entre la población civil.Los primeros 15 soldados musulmanes surgieron de la niebla. Llegaban sonrientes, haciendo gestos de alegría. Detrás aparecieron cientos de hombres con cara cansada, tocados con pañuelos verdes con inscripciones árabes y algunas fotos del Tito partisano. Todos blandían algún tipo de armas unos cargaban con el kaláshnikov en la cadera, otros iban renqueantes con pesadas ametralladoras o lanzagrandas. No hallaron resistencia alguna. La ciudad, envuelta en una neblina fría de invierno, parecía un fantasma. Les recibía en un silencio apenas roto por el cacareo de unos animales de granja que vagaban sin dueño.

Cerca del centro, 150 prisioneros musulmanes, que han estado bajo la protección de los cascos azules suecos salieron a recibirles. Las escenas de emoción se multiplicaron. Algunos eran familiares. "No tengas miedo, ahora eres libre", aseguró Jemo, un soldado musulmán de 21 años procedente de Vares. "Miles de soldados vienen detrás de nosotros para protegeros". Los refugiados daban gritos de alegría. Mohamed Zubaca, otro soldado de 27 años, que mostraba como un gran trofeo una pequeña bandera croata tomada en un control, repetía sin cesar: 'Tienen más soldados. Vares pertenece ahora a los musulmanes".

Disparos al aire

No muy lejos, en una calle adyacente, otro soldado, presa de la alegría, dejó escapar sin querer una ráfaga al aire. "No dispare, no dispare, esto es territorio de Unprofor (Fuerza de Protección de las Naciones Unidas)", gritó un civil musulmán. Los cascos azules suecos, que llevan días desplegados en Vares, han sido la salvaguarda de cientos de civiles musulmanes desde que el pasado 23 de octubre los halcones del HVO croata se hicieran con el poder, desplazando a los moderados.

- El coronel sueco, Ulf Hendricsson, jefe del contingente, fiel a la tradicional frialdad sueca, no se inmutó cuando le informaron de la llegada masiva a Vares de tropas musulmanas. "Les estábamos esperando", afirma, "pero también han llegado a la zona tropas croatas de refresco". Más tarde, dijo: "Hay mucha actividad en este área, muchos hombres andan de un lado para otro, creo que va a ser un día interesante".

Las tropas suecas, que se mantuvieron neutrales en la lucha entre croatas y musulmanes, tienen orden de proteger a los civiles, sean del bando que sean. No hay noticias sobre la suerte de las 15.000 personas que huyeron el miércoles, aunque muchas de ellas se hallan en la vecina Dastarisko.

La gran incógnita ahora son los serbios, que se hallan al este. Cuentan con hombres y material suficiente como para tomar Vares por la fuerza. Su silencio es sospechoso. El coronel sueco, confesó con ironía: "Cualquiera que diga lo que va a pasar ahora, está mintiendo".

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