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La patronal europea Unice propone acuerdo salariales individuales

Lluís Bassets

Introducir los acuerdos salariales individuales en vez de colectivos, revisar los mínimos salariales "inflexibles e irrealista", disminuir los costes del trabajo no cualificado, reflejar las diferencias de productividad en las estructuras salariales e introducir la competencia privada en las oficinas de colocación, son algunas de las medidas que la patronal europea Unice ofrece como aportación al Libro Blanco sobre Crecimiento, Competitividad y Empleo, que está elaborando la Comisión Europea para su lanzamiento en la cumbre de Bruselas del 10 y 11 de diciembre.El estudio, elaborado por la organización que preside el español Carlos Ferrer Salat, es de una gran ortodoxia en lo que hace referencia a la política comunitaria. Considera indispensables para que las empresas europeas aumenten su competitividad "la culminación y desarrollo del mercado único, junto a la construcción de las redes transeuropeas y el reforzamiento de la cohesión".

Propugna, también en estricta ortodoxia comunitaria, la disciplina presupuestaria y la reducción del gasto público. Unice hace también suyos los principales objetivos de la CE como la ampliación de la Comunidad, la culminación de la Ronda Uruguay y la Unión Económica y Monetaria.

Unice critica a los Doce, sin embargo, por sus programas de convergencia, la mayor parte de los cuales "nunca han sido puestos en práctica por falta de realismo". Ataca también la idea, que está abriéndose camino en la CE, de impuestos medioambientales que sustituyan a ciertas cargas fiscales y de Seguridad Social que pesan sobre el trabajo. También reprocha a los Estados socios la falta de traducción práctica de las orientaciones de política económica sobre crecimiento y empleo formuladas por la cumbre europea en Edimburgo, en diciembre de 1992.

Donde Unice ofrece mayores aportaciones polémicas es en las rigideces del mercado de trabajo y a los costes salariales. La patronal europea considera que la legislación laboral ya no sirve "para proporcionar una protección adecuada para los trabajadores", sino que se ha convertido en un obstáculo para la creación de empleo". Propugna "nuevas formas de contratos de empleo", una "reducción de la protección excesiva contra el despido" y apunta la idea del reparto de tiempo de trabajo.

El desempleo de larga duración y el de los jóvenes sugiere a la patronal la necesidad de reducir los costes no laborales del trabajo.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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