_
_
_
_
_

Un país dividido en dos

Tras la votación del domingo, Perú es un país dividido por la polarización planteada por el presidente Alberto Fujimori en torno a su persona, a la que se añade la diferencia entre los resultados electorales de Lima y del resto del país.La Constitución, cortada a la medida de Fujimori, ha conseguido un apoyo de aproximadamente un 60% en Lima, pero ha sido rechazada en 14 de los 25 departamentos de Perú. En los mapas coloreados que presentaban ayer los diarios limeños se advierte que el rechazo a la Constitución, atenaza desde el norte y el sur a Lima y la zona de irradiación de la metrópoli.

Las provincias se han rebelado contra un proyecto de Constitución que consagra el centralismo limeño. La nueva Carta Magna peruana crea un Parlamento unicameral de 120 congresistas, que se elegirán a través de una lista nacional y no distrital como hasta ahora.

Más información
El corto triunfo del 'sí' en el referéndum de Perú supone un revés para Fujimori

Además, la nueva Constitución establece la reelección inmediata de presidente, amplía los supuestos de pena de muerte al delito de terrorismo, restringe la gratuidad de la enseñanza superior en los centros estatales, elimina el papel planificador del Estado en la economía y ya no consagra el principio de la estabilidad laboral, sino que se limita a otorgar protección al trabajador contra el despido arbitario.

Según los cálculos de Fujimori y su Gobierno, con esta Constitución de corte neoliberal se atraerá la inversión extranjera gracias al nuevo marco jurídico que crea la nueva ley. Esto mejorará la condición de los trabajadores y pobres peruanos, porque entrará en funcionamiento la ecuación "más seguridad jurídica, más inversión extranjera, más trabajo y en consecuencia menos pobreza".

El resultado del domingo indica que al presidente Fujimori se le ha reducido el margen de maniobra y le queda poco más de un año para demostrar que su régimen es capaz de mejorar la situación económica de Perú. Si no lo consigue en ese plazo, la reforma constitucional habrá sido en vano, por lo menos en el aspecto relativo a sus ambiciones de ser reelegido presidente en 1995.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_