Los vascos no somos culpables
Últimamente parece que el tema del terrorismo en el País Vasco está dejando de ser un tabú, o la simple expresión de un odio reprimido, para convertirse en un grito de paz y solidaridad. Así lo demuestra Miguel Rivilla San Martín en su carta publicada el sábado 9 de octubre.Resulta sumamente difícil, por no decir imposible, hacer olvidar o perdonar a todo aquel que ha sufrido de cerca el terrorismo. Sin embargo, lo que los vascos pedimos es que no se nos culpe por lo que una banda de seres irracionales y despiadados pueda hacer.
Y, para colmo, se erigen ellos mismos en representantes de una colectividad que, en su mayoría, les repudia.
Muchos de nosotros no podemos evitar las lágrimas al enterarnos de nuevos atentados, lágrimas de dolor, solidaridad e impotencia. Sobre todo al ver que van firmados con nuestro nombre: el de los vascos.
Hemos de levantarnos todos juntos contra los asesinos y demostrar que ya no existe ningún miedo, sino rabia y un terrible ansia de paz-
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