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La deuda del Ayuntamiento de Valencia era a principios de 1993 de 37.128 millones de pesetas. La deuda ha crecido vertiginosamente en los últimos años. En 1991 ascendía a 31.607 millones. Olivas, para combatir el déficit, ha incidido en el ahorro del gasto corriente y en financiar parte del presupuesto de inversiones, precisamente, con lo dedicado a gasto corriente. Así, el Ayuntamiento, en 1992, destinó 2.900 millones de gasto corriente a financiar inversiones.El presupuesto de 1993 asciende a 58.227 millones. Un 47% de los ingresos procede de impuestos y tasas; un 38,5%, de transferencias estatales y autonómicas, y un 13%, de endeudamiento. La carga financiera anual (suma de los intereses y amortización del capital) supone un 15% de los ingresos. El incremento de la plantilla ha sido también muy grande. Si en 1987 contaba con 3.843 funcionarios, en 1993 eran 4.521 plazas.
El concejal de Hacienda opina que "uno de los mayores errores" del Ayuntamiento fue la financiación de operaciones a largo plazo, que concentraban las amortizaciones al final del vencimiento del préstamo y en muy pocos años.
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