Los enemigos de Aristide traman un golpe para destituirle como presidente de Haití

ENVIADO ESPECIAL Haití sentía ayer la amenaza neoduvalierista de un golpe institucional con el que dejar fuera, del juego político al presidente Jean-Bertrand Aristide, lo que supondría la ruptura definitiva de los acuerdos de la isla del Gobernador, por los que Aristide tenía que haber vuelto ayer mismo a Puerto Príncipe. La Embajada de EE UU, mientras, anunció la liberación de todas las reservas de gasóleo existentes en el país, lo que garantizará el funcionamiento de los generadores eléctricos durante diez días.

La liberación del gasóleo fue aplaudida por los sufridos habitantes de Puerto Príncipe y Petion-Ville, ciudades que ayer volvieron a recuperar parcialmente la normalidad tras un viernes de terror provocado por los pistolero neoduvalieristas, La huelga que convocó ese día el Frente para el Avance y el Progreso de Haití (FRAPH, neoduvalierista) fue un éxito, pero no porque la población la secundase convencida sino porque la intimidación la dejó aterrada en casa.Los attachés (escuadrones de la muerte haitianos) recorrían las calles en jeeps descapotables armados hasta los dientes. Algunas de estas patrullas llevaban en los capós de los vehículos a individuos con granadas en sus manos en actitud amenazante mirando hacia las puertas y ventanas de los edificios. En otros casos las patrullas eran mixtas: con civiles armados y soldados y policías de uniforme en camiones.

Hubo solamente tres muertos por disparos ese día, hecho comprobado por este corresponsal en el propio depósito de cadáveres, pero los disparos fueron interminables ya entrada la noche. No se descarta que en las próximas horas aparezcan más cadáveres en puntos escondidos de la ciudad, pues es habitual entre los attachés asesinar a sus víctimas, en su mayoría gente próxima a Aristide, en un lugar y arrojar su cadáver en otro.

Sustitución por incapacidad

Mientras los matones neoduvalieristas se hacían con la calle, un grupo de dirigentes del FRAPH, el brazo político de estas pandillas, amenazaba con un golpe institucional contra Aristide, que sancionaría la incapacidad del derrocado y promovería su sustitución, por la vía constitucional, por el presidente del tribunal de casación, Emile Jonabaint. El plazo exigido por el FRAPH para que dimitiera Aristide expiró la pasada medianoche.

Naciones Unidas ya advirtió el viernes que si se produce este intento de golpe institucional se endurecerán las sanciones y se culpará al general Raoul Cédras, jefe del Ejército de ello. Cédras debería haber abandonado el mando militar el pasado día 15 junto con el jefe de policía y de los attachés , coronel Michel François. Ambos son hoy los hombres fuertes del país en detrimento del primer ministro Robert Malval (próximo a Aristide), obligado desde hace dos se manas a permanecer en su casa por razones de seguridad.

El Consejo de Seguridad de la ONU reiteró ayer su apoyo a Aristide en una declaración que se retrasó porque el depuesto presidente se había manifestado a favor del ingreso de Taiwan en la ONU lo que irritó a China Sólo después de que Aristide se explicara, aceptó China que se emitiera la declaración.