La policía sospecha que Iglesias ha estado preso en una vivienda, y no en un 'zulo' en el campo
La policía sospecha que Julio Iglesias Zamora ha estado oculto en una vivienda urbana o un caserío, pero no en un zulo oculto en el campo. Ésta es la primera impresión extraída del habitáculo donde ha permanecido el cautivo, según su declaración policial. Este lugar ha sido descrito por el ex rehén como una pieza de 180 centímetros de altura, igual longitud y 160 centímetros de ancho. La policía estima que una pieza con una forma tan definida difícilmente podría lograrse en una excavación subterránea. Según el relato del secuestrado, se inclinaría a pensar que la vivienda se encontraba enclavada en el campo, dada su aparente carencia de agua corriente, impresión tampoco concluyente. Los tres etarras que le retuvieron se revelaron como personas de "escasa entidad ideológica" a tenor de las conversaciones que mantuvieron.La policía sospecha igualmente que los terroristas, una vez recibido al enlace con la dirección de ETA que les ha dado la orden de liberar al secuestrado, habrán partido hacia Francia. Dado el lugar donde fue encontrado, en Eibar, cerca del límite entre Guipúzcoa y Vizcaya, el escondite estaría en un lugar próximo, ya que realizar un trayecto más largo con el rehén oculto en un coche significaría un gran riesgo para la seguridad del comando, aunque tampoco puede descartarse que hayan querido alejar el punto de liberación del lugar del cautiverio para poder reutilizarlo en un futuro.
Responsables de la investigación estiman que el comando autor del secuestro ha actuado sin ninguna conexión con la tradicional infraestructura de ETA en Vizcaya o Guipúzcoa, sino que ha actuado a las órdenes directas de la cúpula la banda, para evitar riesgos de caída. Esto hace que la treintena de detenidos en las últimas semanas en Guipúzcoa sólo hayan podido dar datos muy tangenciales sobre los presuntos autores del secuestro, Kepa Picabea y Jesús Intxausti.
En los distintos cuerpos -policía, Ertaintza y Guardia Civil- que intervienen en esta operación para localizar a los secuestradores existe, pese al jarro de agua fría que ha supuesto su liberación a 50 kilómetros del área donde era intensamente buscado, se trabajan diferentes pistas que podrían conducir o al escondite o a la cadena de cobro del rescate, cifrado al menos 500 millones de pesetas. La declaración del ex rehén ayer no aportó datos esclarecedores para la policía, y se trató de una primera aproximación, en atención al estado anímico del recién liberado.
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