Una infección agrava el estado crítico del director italiano Federico Fellini
El cineasta y su mujer, Gulietta Masina, habían previsto celebrar ayer sus bodas de oro
Federico Fellini, en coma desde que sufrió un paro cardiorrespiratorio el pasado 17 de octubre, seguía agravándose ayer, día del 50º aniversario de su matrimonio con la actriz Giulietta Masina. Lo confirmó Maurizio Bufi, uno de los médicos que le atienden, quien dijo a los periodistas: "Todavía no es cuestión de horas, pero la situación se deteriora". El cineasta, a quien hace días le fue practicada una traqueotomía, porque la respiración asistida por vía nasal no era ya suficiente, padece desde hace 48 horas un estado febril que ayer se hizo más intenso, consecuencia de una infección que está siendo combatida con antibióticos. También su función renal se está deteriorando.
Giulietta Masina le visitó por tercera vez el pasado viernes en la unidad de cuidados intensivos del hospital romano Umberto I. Los médicos habían desaconsejado estas visitas a la actriz, presa a su vez de una tristeza que es en sí misma una enfermedad incurable. Su rostro demacrado y su cabeza permanente tocada con turbantes y pañuelos ha puesto de manifiesto ese mal, agravado tras la última recaída de Fellini.Rumores no confirmados indicaban ayer que Giulietta Masina habría interrumpido las sesiones de terapia diaria que requiere su estado.
Giulietta, enferma
Esos mismos rumores señalan que Giulietta sufre también una grave enfermedad.
El último encuentro entre Federico y Giulietta, que almorzaron con algunos amigos hace dos domingos, el día en que Fellini se puso definitivamente enfermo, estuvo dedicado precisamente a preparar la fiesta que el cineasta y su mujer hubieran querido celebrar ayer, con motivo de sus bodas de oro.
Fellini estaba muy animado aquel día. La pareja inseparable de siempre había decidido reimprimir para el aniversario las invitaciones de boda que el propio Federico había dibuja do de su puño y letra hace 50 años. El tarjetón tiene la forma de un travieso angelote que revolotea entre las nubes, mientras se ve a dos novios arrodillados en el banco de la iglesia.
Desde el pasado viernes, víspera de la efemérides, el encefalograma del célebre director de cine es plano. Pero los doctores destacan que su respiración es autónoma, aunque insuficiente, y que todavía no puede decirse, por tanto, que su coma sea irreversible. No obstante, la polémica sobre si tiene sentido seguir manteniendo artificialmente la vida del enfermo ha comenzado.
Giuseppe Visco, médico del hospital Spallanzani de Roma, estima que "siendo plano el encefalograma, se puede empezar a pensar a desenchufar al paciente", y añade: "Con Federico Fellini, debe hacerse lo que se haría con cualquier otro paciente". Gino Concetti, teólogo franciscano, preguntado por si el cineasta no está sufriendo una terapia agresiva que ha dejado de tener sentido, respondió: "Yo hablaría más bien de la agresividad de los medios de comunicación. Basta pensar en aquella fotografía que le fue 'robada' al enfermo".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.