Yeltsin aprovecha la ausencia de oposición para dictar decretos de reformas
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, aprovecha la ausencia de oposición parlamentaria, para promulgar por decreto varias medidas de reforma económica y tratar de afirmar la autoridad del poder central frente a las regiones. A la difusión ayer del decreto que liberaliza la compraventa de la tierra, siguió el anuncio de otros varios decretos, ya firmados, entre ellos uno de amnistía fiscal y otro de sanciones económicas para los territorios que no pagan impuestos al poder federal.El decreto sobre la tierra, la culminación de casi dos años de proyectos de reforma de la agricultura soviética, abre ante los miembros de las haciendas colectivas (koljoses y sovjoses) la opción de independizarse y convertirse en propietarios plenos o de mantenerse unidos en forma de sociedad anónima en el terreno agrícola que antes era común. El 90% de las tierras cultivables de Rusia está concentrado en koljoses y sovjoses, pero el decreto puede no afectar a toda Rusia, porque la gestión de la tierra es una competencia conjunta de la Administración Federal y las administraciones territoriales de las repúblicas o las provincias, y, en algunas zonas, hay limitaciones locales a la propiedad privada del suelo.
Problemas de aplicación
Fuentes del Ministerio de Agricultura señalaban ayer que el decreto puede tener dificultades para aplicarse en algunas repúblicas, como Tatarstán, Bashkortostán y zonas del norte del Cáucaso, que limitan la propiedad privada del suelo. Los medios consultados señalaban también que es previsible una reestructuración de la superficie agraria especialmente en torno a las grandes ciudades, donde será muy difícil controlar la futura utilización de las tierras agrícolas, un codiciado objeto de los nuevos intereses económicos.El decreto de amnistía fiscal prevé el perdón de las empresas que paguen los impuestos atrasados antes del 30 de noviembre y amenaza con multas tres veces superiores a lo legalmente establecido hasta ahora para las que no lo hagan. Además, Yeltsin decidió utilizar los recursos económicos en manos del centro para presionar contra los territorios que no pagan impuestos.
Yeltsin dio al Gobierno el derecho a imponer sanciones a los morosos entre el 1 de noviembre de 1993 y el 31 de enero de 1994. Estas incluyen el cese de la financiación a las empresas, la congelación de las cuotas de comercio exterior y la suspensión de entrega de suministros y de créditos.
La voluntad del Centro Federal de afirmar su poder no ha disuadido a la provincia de Sverdlovsk de ampliar el suyo propio mediante la proclamación de la República de los Urales, que se celebró el miércoles. Medios políticos en Yekaterinburg se mostraban escépticos sobre la posibilidad de que el presidente ruso, Borís Yeltsin, ceda a las presiones y emprenda acciones contra los promotores de la república de los Urales.
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