"Kika" hace de la Gran Vía el centro del 'marujeo'

"Aquí, de marujeo", dijo un espontáneo rodeado por decenas de personas que acuderion anoche a la Gran Vía madrileña para ver la llegada de los famosos al estreno de K¡ka, de Pedro Almodóvar. Y la mejor definición de marujeo era la multitud aclamando a Loles León y Paco Clavel mientras Jean Paul Gaultier, el modista de Madonna y de Victoria Abril en la película, pasaba totalmente inadvertido. El director manchego fue recibido al grito de "¡Pedro, Pedro!". El estreno continuó con una fiesta multitudinaria en el Círculo de Bellas Artes.

Un viejo autobús coloreado con los nombres de los actores decorado con materiales innobles (papeles y cortinillas de plástico) y unas grandes letras estilo tómbola de feria con el nombre de Kika en el techo, enfiló la Gran Vía. Tras los cristales, dando la cara al público como en un cuadro, cada uno en una fila de asientos, saludaban, por este orden, Pedro Almodóvar, Bibi Andersen, Verónica Forqué, Alex Casanovas, Anabel Alonso, Rossy de Palma y Santiago Lajusticia. Victoria Abril y Peter Coyote no acudieron por otros compromisos profesionales.Sobre el recibimiento popular, afirmó luego Almodóvar: "Es una sensación muy agradable, y no lo digo en plan ególatra sino que lo tomo como el saludo de la gente que vive en la misma ciudad que yo y que en algún punto se identifica con lo que hago. Esta es una fiesta para mis vecinos; yo en esto soy como una folclórica y no me importa decir que todo se lo debo a mi público".

La variedad de estilos, edades y vestimentas destacó en el estreno más esperado y celebrado de la temporada. A la manera hollywoodense, por el pasillo acotado fueron desfilando desde la ministra de Cultura, Carmen Alborch, a Fanny McNamara, desde Paco Lobatón (único director de un reality show, programas ácidamente criticados en Kika, que asistió y que fue recibido con exclamaciones de: "¡Me he perdido, Lobatón!"), hasta el sesudo economista y escritor Jose Luis Sampedro, para quien "la imaginación de Almodóvar no tiene parangón en el cine español". En el patio de butacas, Pablo González, hijo del presidente del Gobierno, intentaba ocultarse con su melena.

Destacaron otros directores de cine españoles por su escasa representación. Tan solo asistieron Juanma Bajo Ulloa, Imanol Uribe (acompañado por María Barranco) y Antonio Giménez-Rico. Almodóvar se quejó después amargamente de que dos directores a los que admira le criticaran en unas entrevistas tras el homenaje que recibió en San Sebastián. "Si fuera por el ambiente de mi profesión, seguiría trabajando en la Telefónica", dijo.

Al estreno siguió una fiesta de 3. 000 invitados y 10 millones de pesetas en el Círculo de Bellas Artes, y que incluyó unas actuaciones abiertas por el bailarín Joaquín Cortés y cerradas por la gran Chavela Vargas. Almodóvar, Bibi Andersen, Rossy de Palma y María Barranco cantaron y bailaron rumbas y bulerías. Otros asistentes fueron Lola Flores (con un abrigo de piel blanco hasta los pies), Matilde Fernández, Ceesepe, Imanol Arias, Pastora Vega, Marisa Paredes, Martín Gaite, Martirio, Javier Marías, Luz Casal, Cristina Almeida, Sartorius, Barrionuevo, Curiel y Vicente Molina Foix.

De madrugada, Kika apagó sus luces en un cine de la Gran Vía entre los carteles de El fugitivo y Los visitantes, dos de los grandes éxitos de la temporada.