El secretario general de Empleo discrepa del FMI y defiende la autorización previa en los despidos

El secretario general de Empleo, Marcos Peña, defiende el mantenimiento de la autorización administrativa previa de los despidos colectivos y discrepa de la recomendación en sentido contrario del Fondo Monetario Internacional (FMI). Peña cree que, si se aplicase esa reforma, "se produciría una judicialización del proceso y una crispación del conflicto". El responsable de Trabajo pidió ayer una reflexión serena sobre la reforma del mercado laboral, sobre la que no encuentra "recetas milagrosas", y afirmó que "no se sale de la crisis cercenando derechos".

Marcos Peña admite que el mercado laboral español "es mejorable", pero no cree necesaria "una reforma radical" como pedía este fin de semana el Fondo Monetario Internacional. En una reunión que mantuvo ayer con la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el secretario general de Empleo criticó, sin citarlo, el informe del FMI. "Hasta ahora hemos funcionado con una legislación laboral consensuada", afirmó, "y la reforma hay que analizarla con sosiego. Tenemos que huir de recetas milagrosas, de operaciones quirúrgicas y de la misteriosa senda de los asesores económicos que con dos días de análisis creen saber más de España que nosotros".Tampoco está de acuerdo con quienes aseguran que si no hay una profunda reforma laboral los inversores se marcharán de España. Marcos Peña calificó de "Ilusión adolescente" la de aquellos que piensan que, "cuando el Financial Times publique que en España el despido es libre, vendrán las inversiones a chorros".

,Ante la inminente negociación de la reforma laboral, que se inicia mañana, el secretario general de Empleo defiende que se logre un consenso tanto con la patronal como con los sindicatos. Y no se muestra contrario a introducir algunas reformas en todo el proceso de la relación laboral, desde la contratación hasta el despido.

En concreto para agilizar el despido propone reducir los plazos de tramitación de los expedientes de regulación de empleo y excluir de esos expedientes colectivos a las pequeñas empresas hasta un número aún no concretado de trabajadores. Otro criterio defendido por Trabajo consiste en que las indemnizaciones de 45 días por año trabajado se apliquen exclusivamente en los despidos disciplinarios o improcedentes. Según sus datos ahora se camuflan en esa figura despidos procedentes y por causas objetivas y económicas.

De sus críticas no se libraron los sindicatos y ayer Peña aseguraba que lamentarse de la precariedad en el empleo no conduce a nada. Su receta es la siguiente: "La precariedad se corrige desde el empleo y no desde el desempleo". En el seno de las empresas encuentra dos tipos de rigideces, la clasificación profesional y la movilidad funcional, y defiende reformarlas para aprovechar al máximo todos los recursos humanos. También cree razonable flexibilizar el cómputo de la jornada laboral.