_
_
_
_

Atrapadas por su virtud

Sagrario Díaz ya conoce su enfermedad, y está en tratamiento, pero lo que más le cuesta aceptar es haber tenido que dejar de trabajar por ello. "Esta enfermedad es bastante molesta porque uno está cansado siempre. Ahora tengo que estar de baja y me hace mal estar así". Un profesor de la Universidad de Toronto (Canadá) llegó a afirmar en 1972 de las afectadas por fibromialgia que "su principal defecto es su virtud".Se refería a que las investigaciones llevadas a cabo en esas fechas apuntaban a que esta patología afecta fundamentalmente a mujeres muy responsables y perfeccionistas. La idea que hoy tiene el reumatólogo Esteban Salas coincide con esta percepción. "Creernos que esta enfermedad se da más en niveles sociales bajos, en mujeres de edad media, muy trabajadoras, perfeccionistas, con gran preocupación por la familia y escaso tiempo de ocio".

Más información
Un dolor sin nombre

Lo que sí se conoce de esta patología es que afecta fundamentalmente a las mujeres. Hay ocho o diez afectadas por cada varón que padece la enfermedad. En casos excepcionales también se ha descrito fibromialgia en niños.

Por el momento el tratamiento es un combinado de fármacos, algunos antidepresivos, apoyo psicológico y, sobre todo, mucho ejercicio. Los propios pacientes reconocen los grandes beneficios que les está aportando la práctica de algún ejercicio leve. Natividad, que no podía seguir el ritmo de sus compañeras en la clase de aerobic, no decae. "Me pongo sevillanas en casa". Otra experiencia terapéutica trata de formar grupos de personas que puedan hablar entre sí y comunicarse con otras que padecen el mismo problema.

El dolor que los médicos han visto en sus pacientes les ha estimulado para profundizar en el estudio y tratamiento de la misteriosa fibromialgia. "Esperamos que se consiga despertar la atención por un tipo de problema que llega a ser angustioso para quienes lo padecen", dice Mulero. Desde Alicante Bernardo Salas, Enrique Mulero desde Madrid y el reumatólogo Jesús Quijada del hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, se intercambian habitualmente el resultado de sus trabajos. "Una de las cosas más importantes para los cuatro locos que estamos en esto es formar un banco de datos y poner en común las investigaciones o datos clínicos que tenemos", bromea Salas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_