Acuerdo entre padrinos
Atención a este personaje con nombre de protagonista de novela policiaca, porque su futuro está en buena parte en sus manos. John Malone, el presidente de Telecomunication Inc. (TCI) y cerebro de la operación de fusión con Bell Atlantic, será el responsable de preparar el menú que ofrecerá dentro de muy pocos años su autopista de comunicación.Malone es un tipo duro con instinto depredador y corazón de azúcar. Vendedor de equipos de televisión en su origen, creó TCI en los años setenta como una microscópica empresa familiar para convertirla, una década después, en la mayor compañía de televisión por cable de Estados Unidos.
En su negocio, Malone, de 52 años de edad, tiene fama de hombre despiadado y sucio, el clásico lobo de los negocios, capaz de vender a su madre por un contrato. El vicepresidente Al Gore lo definió una vez como "el padrino de la Cosa Nostra de las comunicaciones". Su poder es tal que el propio Ted Turner a su lado es un pobre aprendiz. De hecho, Malone tuvo que acudir en ayuda del famoso dueño de la CNN hace pocos años. Se dice que desde entonces Turner come en su mano.
Licenciado en Economía por la Universidad de Yale, Malone es un hombre que se mueve mejor tras el telón. Poco amigo de celebraciones sociales y entrevistas, Malone ha aceptado en la fusión TCI-Bell Atlantic un papel de número dos en el que poder construir con tranquilidad su imperio del futuro. El presidente de Bell, Raymond Smith, asumirá el máximo cargo del nuevo grupo y será su rostro de cara al exterior. Smith, tan agresivo como Malone pero con mejor imagen, tendrá que cuidarse mucho para no ser barrido pronto por la ambición y brillantez del hombre cuyo apellido intermedio es Custer.
[Uno de los problemas que han señalado los analistas de esta fusión es precisamente el de la dirección conjunta. Seguro que va a provocar conflictos porque Malone, aunque ha cedido la presidencia a Smith, quiere ser el mayor accionista de la nueva compañía].
