La Cruz Roja alemana, implicada en el caso de la sangre con sida
El escándalo se reproduce también en la Administración sanitaria austriaca
La televisión pública alemana acusó ayer a la Cruz Roja nacional de estar implicada en el escándalo de la sangre contaminada, que sacude Alemania desde principios de mes y que ha provocado ya el cese de varios altos funcionarios. La cadena ARD afirmó que la Cruz Roja puso en circulación antes de 1985 al menos 50 litros de sangre en la región de Hagen, aun a sabiendas de que podían estar infectados por el virus causante del sida.
Según la emisión, la Cruz Roja -que en Alemania asegura la parte fundamental de donaciones de sangre- no previno con posterioridad a los pacientes del peligro que les amenazaba de verse contaminados, e incluso habría disimulado varios otros casos similares.También en Austria altos funcionarios de Sanidad podrían estar implicados en un escándalo similar: entre los años 1982 y 1985 más de la mitad de un total de 600 hemofílicos que necesitaron plasma se contagiaron con el virus del sida, pese a que ya había reservas de sangre con garantías sanitarias.
Hasta hoy, en Alemania, únicamente la Oficina Federal de la Salud (BGA), organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, ha sido claramente puesto en cuestión por el escándalo. Dos responsables de la entidad -uno de ellos el director Dieter Grossklaus- han sido apartados de su cometido, junto a un alto funcionario del ministerio.
Laboratorios
El ministro alemán, Dieter Seehofer, les reprocha ahora haber ocultado -en ocasiones incluso con la complicidad de importantes laboratorios-, casos de hemofílicos infectados de sida mediante preparados sanguíneos catalogados después de 1985, fecha de introducción en Alemania de una prueba de seguimiento :para los donantes de sangre. Se han abierto varios procedimientos judiciales contra los acusados.La principal organización de ayuda a los enfermos de sida en Alemania, Deutsche Aids-Hilfe, estimó ayer que las industrias farmacéuticas, que fabrican los preparados sanguíneos, así como las empresas de seguros son, por su pasividad, las responsables del escándalo de la sangre contaminada. Según Aids-Hilfe, esas instituciones rehusaron, por motivos económicos, tomar las medidas necesarias para controlar los productos.
Una comisión de investigación parlamentaria puede ser creada próximamente para arrojar luz sobre el caso y determinar las indemnizaciones que corresponderían a los enfermos. Aproximadamente 2.000 hemofílicos han sido infectados por preparados sanguíneos a lo largo de todo el país.
El caso de la sangre contaminada por sida en Alemania viene a sumarse a una serie de descubrimientos similares en otros países de la CE.
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