El Gobierno precisa que la pérdida de cinco puntos de poder adquisitivo en los salarios es su posición de partida

La próxima semana -el martes o miércoles- se iniciará la segunda fase del diálogo social con la negociación del pacto de rentas entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos. El Ejecutivo matizaba ayer a través del secretario general de Empleo, Marcos Peña, que la pérdida de cinco puntos de poder adquisitivo en los próximos tres años es su "posición de partida". Para la reforma del mercado de trabajo, los interlocutores sociales esperarán el dictamen -y si no lo hay, los votos particulares- del Consejo Económico y Social (CES) que debe emitir el próximo día 28.Ayer los responsables del Ministerio de Trabajo se reunieron por separado con los representantes sindicales y de la patronal para concretar el calendario, el programa y los objetivos de esta segunda fase del diálogo y aclarar algunos extremos. Los sindicatos querían saber si el Gobierno está dispuesto a modificar la congelación salarial de los funcionarios y la cláusula de las pensiones para 1994 para ver si se propone un pacto de todas las rentas o un mero acuerdo salarial.

El secretario general de Empleo, Marcos Peña, aclaró que la intención del Ejecutivo es un acuerdo trienal y, si se logra, ello afectará también a las rentas de pensionistas y funcionarios de 1994. "La plataforma del Gobierno está ya en los Presupuestos Generales", dijo, "y no es modificable, salvo que se encaje en un pacto a tres años".

El arranque oficial de las negociaciones se hará la semana próxima -el día está pendiente de concretar-, con la presencia de los ministros de Economía y Trabajo y los líderes de los sindicatos y la patronal. El encuentro de ayer entre Trabajo y la centrales fue "innecesariamente tenso", o al menos esa impresión sacaron los dirigentes de CC OO, José María Fidalgo, y de UGT, Apolinar Rodríguez, quien se confesó "sorprendido por la agresividad con que se ha dirigido a nosotros el ministro de Trabajo, José Antonio Griñán".

El secretario general de Empleo aseguró que esa es una "cuestión subjetiva" y él no notó esa tensión. También reiteró Marcos Peña que este diálogo debe terminar en noviembre "con acuerdo o sin acuerdo". El calendario fijado por el Gobierno es cerrar la reforma del mercado laboral el próximo mes para enviarla al Parlamento antes de finalizar el año y que entre en vigor en 1994 "no necesariamente en enero".

La patronal CEOE se mostró satisfecha de la reanudación del diálogo. Su vicepresidente primero, Arturo Gil, reiteró que se comprometen al mantenimiento de las plantillas si hay moderación o congelación salarial aunque el pacto de rentas se firme más tarde de la fecha límite del 31 de octubre, anunciada ya por su presidente, José María Cuevas. Gil cree conveniente que no se aplace la negociación porque las empresas empiezan ya a planificar su estrategia para 1994.