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Yeltsin levanta el estado de emergencia, pero deja a los comunistas fuera de la ley

El estado de excepción finalizó formalmente ayer en Moscú, aunque las más importantes restricciones seguirán en vigor. Los partidos de orientación comunista y nacionalista, así como los periódicos de estas ideologías, continúan suspendidos, y los ciudadanos que no tengan registro en la capital podrán ser expulsados por la policía.

Los partidos opositores más peligrosos para los partidarios del presidente ruso, Borís Yeltsin, el Comunista y el centrista Rusia Libre, están en la lista de las 10 organizaciones políticas suspendidas tras los dramáticos acontecimientos de los días 3 y 4 de octubre, que terminaron con la caída de la Casa- Blanca.Estas organizaciones fueron suspendidas el pasado día 4, después de que la noche anterior Yeltsin introdujera el estado de excepción en la capital. Ahora que éste ha sido levantado, la prohibición temporal de estos partidos continuará mientras dure la investigación de los sucesos de los días 3 y 4. Esta cláusula hace completamente imposible su participación en las próximas elecciones parlamentarias del 12 de diciembre y no corresponde al procedimiento legal.

El ministerio de Información, por su parte, ha clausurado 16 periódicos y suspendido uno. En otros dos -Pravda y Soviétskaya Rossia, los principales diariosde oposición- ha ordenado un cambio de director y de nombre.

Por otra parte se hizo público ayer el balance del estado de excepción: durante dos semanas la policía detuvo a 90.469 personas, y las autoridades expulsaron de la capital a 9.886 personas por no estar registradas en Moscú.

Protestas

Las organizaciones de derechos humanos y algunos periódicos han protestado por los abusos cometidos. El solo hecho de expulsar a una persona porque no tiene empadronamiento permanente en Moscú es una flagrante violación de los derechos humanos, pero el problema se ve agravado por el hecho que se han aplicado criterios claramente racistas a la hora de limpiar Moscú de "elementos indeseables". Esta medida ha afectado, principalmente, a las personas de origen caucásico y asiático, a las que el moscovita de a pie considera una fuente de criminalidad.Víctima de esta limpieza étnica han caído una serie de emigrados de Asia Central, que estaban haciendo los trámites necesarios para obtener el estatuto de refugiado político. Fueron enviados a su patria, donde, en el mejor de los casos, les espera la cárcel.

Palizas policiales

Innumerables son las quejas de diferentes ciudadanos por las palizas que, sin motivo alguno, les han propinado los policías. El programa televisivo independiente Segodnia afirma que másde mil personas fueron golpeadas por la policía, pero que sólo un centenar de ellas se ha atrevido a hacer una denuncia. Las víctimas de la arbitrariedad policial no necesariamente son gente de aspecto no ruso..Así, Mijafl Bárinov, demócrata de larga tradición -en agosto de 1991 estuvo entre los defensores de la Casa Blanca y durante los recientes sucesos cumplió tareas encomendadas por los partidarios de Yeltsin- fue detenido hace unos días por miembros de una patrulla policial que empezaron a golpearle y después lo esposaron y metieron en un camión. Unas dos horas después lo bajaron en una comisaría donde continuaron golpeándolo. La paliza fue tal que los policías tuvieron que enviarlo al hospital.

Por otra parte, el general Dmitry Volkogonov, asesor militar de Yeltsin, reconoció el domingo por la noche en un programa de televisión que las fuerzas de seguridad dudaron en cuanto a la actitud que seguir durante los acontecimientos de los 3 y 4 de octubre, lo que contrasta con la versión oficial de un apoyo sin fisuras al presidente.

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