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El Gobierno español secunda la idea francesa de separar la agricultura y los audiovisuales del GATT

El Gobierno español "no estaría en contra de la separación de la agricultura y los audiovisuales del GATT si sirve para que la negociación comercial avance" aseguró ayer el ministro de Agricultura español, Vicente Albero, en una pausa del Consejo de Ministros de la CE. Mientras tanto, el presidente del Gobierno de Francia, Édouard Balladur, comenzaba una ronda con empresarios, sindicatos y personalidades franceses para sondear su opinión ante una posible crisis internacional provocada por la actitud francesa ante el GATT.

La opinión expresada por Albero viene a reforzar las tesis del gobierno francés, que ha pedido la segregación de la agricultura después de que haya fracasado su exigencia de una negociación nueva del acuerdo agrícola de Blair House entre Estados unidos y la CE. Los titulares de Agricultura de los Doce (deben escuchar hoy las explicaciones del comisario de Agricultura, René Steichen, sobre sus contactos con el representante del Comercio norteamericano, Mickey Kantor, la pasada semana. En dichos contactos el negociador norteamericano rechazó la posibilidad de reabrir la negociación del acuerdo agrario entre la CE y Estados Unidos y no se mostró favorable a la excepción cultural para los audiovisuales propugnada por la Comisión Europea.La nueva posición del Gobierno español está en directa contradicción con la idea de globalidad propugnada hasta ahora por todos los gobiernos europeos. Dicha idea significaba que "no hay acuerdo sobre nada hasta que no hay acuerdo sobre todo" y llevaba a utilizar los distintos capítulos del acuerdo global para buscar un equilibrio entre concesiones y ventajas. La idea de separar los dos capítulos más controvertidos de la negociación -la agricultura y los productos audiovisuales- ha sido defendida por el primer ministro francés, Édouard Balladur, y ha sido rechazada hasta ahora por Estados Unidos, por la Comisión y por el propio director general del GATT, Peter Sutherland.

La actitud francesa

El ministro español deberá intervenir hoy en la rueda de valoraciones sobre la situación de la Ronda Uruguay, por lo que cabe esperar que expondrá el punto de vista de su Gobierno. Albero insinuó que sus tesis son compartidas por otros gobiernos de la CE.

Mientras los diarios parisienses empleaban ayer la sagrada palabra "resistencia" al referirse a la posición francesa en las negociaciones del GATT, Édouard Balladur comenzaba una ronda de consultas con personalidades políticas, empresariales, sindicales y culturales. Con estos encuentros, el primer ministro gaullista pretende averiguar hasta qué punto sus compatriotas están dispuestos a afrontar una crisis internacional en caso de que sean rechazadas las dos reivindicaciones francesas: la excepción cultural y una nueva discusión del acuerdo agrícola de Blair House.

La Prensa parisiense exultaba ayer: los 47 países francófonos reunidos en la isla Maurice se pronunciaron unánimamente, el pasado domingo, a favor de la excepción cultural, es decir, la idea de que, en contra de lo que pretende Washington, los productos audiovisuales sean excluidos de las negociaciones del GATT sobre liberalización del comercio mundial. En su alegato a favor de la idea, el presidente francés, François Mitterrand denunció "la generalización del modelo cultural" estadounidense.

"Arrogancia", "intransigencia" e "imperialismo" son algunas de las palabras empleadas por los franceses al referirse a la actitud estadounidense en las negociaciones comerciales. Tiene esta actitud militante razones de peso. La agricultura y la industria agroalimenticia pesan mucho en este país; los campesinos constituyen un poderoso grupo de presión, y el campo y sus productos se ven como un elemento esencial de la identidad nacional. Algo parecido ocurre con el cine francés, el único que ha sobrevivido en Europa a la avalancha estadounidense. Existe también un factor psicológico. Una hipotética "capitulación" ante Washington despierta profundos sentimientos nacionales entre los ciudadanos franceses. Francia sostiene una tormentosa relación de amor y odio con Estados Unidos.

Pero algunas fisuras se han abierto en la piña francesa. En un artículo publicado en el periódico Libération, el pensador Alain Duhamel ha invitado a sus compatriotas a no caer en el "complejo de Astérix".

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