La lluvia, otro argumento electoral

EL PAÍS, No ha parado de llover. En los últimos 15 días, lo que ha durado la campaña de las elecciones autonómicas gallegas, Galicia ha vivido bajo una casi constante tromba de agua, que se transformó en un argumento más de los mítines. Sólo un día, el pasado sábado, día 9, brilló el sol. Los carteles electorales de los candidatos se han ido despegando de las vallas y dan la impresión de ser un vestigio descolorido de comicios lejanos.

La lluvia caída a lo largo del mes de septiembre y de lo que ha transcurrido de octubre supera ya la media registrada en ese mismo plazo en los 30 últimos años. En los 13 primeros días del presente mes, las nubes descargaron 155 litros por metro cuadrado en La Coruña, 309 litros en Santiago de Compostela, 291 litros en Vigo, 160 litros en Orense y 157 litros en Pontevedra. La previsión para hoy del Centro Meteorológico Zonal de Galicia indica que habrá chubascos débiles y dispersos, más frecuentes en la primera mitad del día, con vientos flojos del norte. El cielo seguirá nuboso y la temperatura media se mantendrá entre los 15 grados de máxima y los 9 grados de mínima.

El temporal que descargó días atrás causó el desbordamiento del río Tambre, a 12 kilómetros de Santiago, y de la mayoría de los ríos de Carballo, también en la provincia de La Coruña.

Aunque el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, atribuyó el adelanto de las elecciones en dos meses al propósito de evitar uns condiciones meteorlógicas adversas, la realidad es que el mal tiempo ha sido muy parecido al que ensombreció la campaña electoral autonómica de 1989. En vísperas del 10 de diciembre, día de aquella votación, Fraga pidió a todos los gallegos que preparasen sus paraguas y votas de caña para ir a votar. En la campana que concluyó anteayer, Fraga no ha dejado pasar un mitin sin reclamar a sus oyentes que acudan hoy a las urnas "aunque caigan chuzos de punta".