"Los políticos no se dan grandes comilonas"

Moncho Vilas, de 53 años, es uno de los restauradores más conocidos fuera de Galicia. Por sus restaurantes de Santiago de Compostela han pasado desde el Rey a distintos presidentes de Gobierno. Conoce el gusto gastronómico de los políticos gallegos, de los que dice que "no son amigos de las grandes comilonas".

Pregunta. ¿Qué va a votar?

Respuesta. El voto es particular, aunque yo apuesto por el continuismo y no por el cambio.

P. ¿Qué imagen tiene de los políticos gallegos?

R. Buena. Yo trato mucho con todo tipo de políticos de Galicia y el concepto que tengo de ellos es bueno.

P. ¿Son gente de buen comer?

R. No lo creas. Cuando vienen a nuestras casas es para trabajar y hacen comidas ligeras y rápidas, no se dan grandes comilonas. Por ejemplo, Manuel Fraga a veces despacha mientras come, por lo que pide legumbres y pescado.

P. ¿Usted es capaz de diferenciar a un socialista de un popular por el menú que pide?

R. No se llevan las mariscadas ni las grandes comilonas entre los políticos, porque cuando se sientan vienen a trabajar. Yo no los diferencio. Me imagino que la boca la tienen tan buena unos como otros.

P.¿Con qué producto típicode Galicia asimila la figura de Xosé Manuel Beiras?

R. Con el percebe.

P. ¿Por qué?

R. Porque es un marisco muy dificil de pescar y por su valor, puesto que no lo hay todo el año.

P. ¿Qué idea tiene de la autonomía de Galicia?

R. Estoy muy orgulloso. Está mejorando mucho Galicia. Los peregrinos que vienen por aquínos tienen en un concepto muy elevado y dicen que Galicia despertó de un largo sueño y que está tirando fuerte.

P. ¿La gastronomía gallega sigue basándose en la calidad de sus productos y en la poca elaboración?

R. Ahí hay una equivocación. Hacer un plato elaborado no quiere decir que sea mejor, al llevar menos tiempo. A los productos gallegos de primerísima calidad hay que encontrarles el punto para que no se pasen.

P. ¿El auge de la autonomía rescató del olvido ciertos platos hasta ahora desprestigiados?

R. Sí. Hoy la gente, aunque sea en el mes de agosto, te pide un lacón con grelos, el plato carismático de Galicia. Antes, con la castaña apenas se trabajaba, ahora tenemos un postre muy rico que es el marrón glacé. El pulpo y la empanada siguen siendo los platos más demandados, aparte, lógicamente, de los mariscos.