Los fármacéuticos de Andalucía cerraron ayer en protesta por una deuda de la Junta

Los usuarios de las oficinas de farmacia de Andalucía mostraron ayer, en medio de una gran confusión, su apoyo y solidaridad al gremio de farmacéuticos, que protagonizó la primera huelga del sector realizada en el país. Las 3.500 farmacias andaluzas secundaron el cierre (850, un 25%, cubrieron los servicios de urgencia), debido al impago por parte de la Junta de Andalucía de la facturación de agosto, que asciende a 8.600 millones.

A mediodía de ayer, el presidente de los Colegios Farmacéuticos de Andalucía realizaba el primer balance de la huelga. "Se está cumpliendo el cierre al 100%. Es una evaluación concreta y precisa, sin el más mínimo incidente, sin alarmas ni desabastecimientos". Alfonso Pérez Alberni resumía la incidencia del paro asegurando que "el beneficiario del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha solidarizado con la postura de los farmacéuticos, que ofrecen una prestación única y modélica dentro del sistema sanitario".La única incidencia destacable en la comunidad fueron los minutos de espera que algunos ciudadanos tuvieron que soportar haciendo cola para que el boticario los atendiera. El hecho de que el cierre se desarrollara un solo día, que se aumentara el número de farmacias de guardia, y que a ellas se sumaran las de las localidades en las que sólo existe una, las localizadas en urbanizaciones y barriadas alejadas de los cascos urbanos, y las de los farmacéuticos titulares, funcionarios públicos, palió los efectos del cierre. La distribución de medicinas también se reforzó.

Nuevos paros

Pérez Alberni reafirmaba ayer la postura del gremio de no negociar si antes no cobraban la deuda. Los días 19 y 24 podrían adoptarse nuevos cierres si no se resuelve el cobro.Los farmacéuticos reclaman al SAS el dinero de la factura de agosto correspondiente a la Seguridad Social, cuyo plazo de pago se cumplió el 20 de septiembre, y cuyo montante asciende a 8.600 millones. La Junta alega falta de liquidez para hacer frente a la factura, y tras haber denunciado recientemente el convenio suscrito por el Consejo Nacional de Farmacéuticos y el Ministerio de Sanidad, vigente hasta julio de 1994, exige la negociación de un nuevo acuerdo territorial que le permita una demora de 60 días.

Esta postura es considerada por los farmacéuticos como un agravio' comparativo respecto de sus colegas de otras comunidades, que cobran puntualmente las recetas de la Seguridad Social. "Queremos cobrar lo que es justo, que se cumpla el concierto vigente, y al día siguiente nos sentaremos a negociar". Pérez Alberni añadía que la crítica situación financiera por la que atraviesan los farmacéuticos andaluces -estiman que cada uno de los 3.500 farmacéuticos paga más de 1,5 millones de pesetas por intereses de financiación debido a las demoras del SAS- se agravará la próxima semana cuando el día 20 se cumpla el plazo de pago de la factura del mes de septiembre, que asciende a unos 10.000 millones de pesetas. La deuda pendiente del SAS con las farmacias se elevaría entonces a 18.600 millones.