"El PP ha fomentado al BNG como una oposición extravagante"
Camilo Nogueira se ha pasado media vida intentando construir en Galicia un partido socialista, nacionalista y democrático. Su último ensayo es una coalición entre su grupo, Unidade Galega, y Esquerda Unida, una formación confederada con IU. El próximo domingo se enfrenta al difícil reto de mantener sus dos escaños, emparedado entre un Bloque Nacionalista Galego (BNG) en claro ascenso y un PSOE que reclama el voto útil contra Fraga.Pregunta. Tres partidos que se dicen de izquierda compiten electoralmente y todos proclaman que su objetivo es echar a Fraga. ¿Esta situación no puede provocar cierta perplejidad entre los votantes?
Respuesta. Es tan cierta la idea de que estamos todos contra Fraga como que Fraga está contra todos, incluido su partido. Ha tenido una actuación contra el Parlamento como institución, de la que también forma parte el PP. Es normal que estemos todos en contra y propongamos un Gobierno alternativo porque los problemas que había cuando llegó Fraga siguen igual: la dramática ausencia de Galicia en las cuestiones de Estado y el uso del clientelismo corrupto como forma de gobernar.
P. Pero esa concurrencia entre tres formaciones que persiguen el mismo objetivo suscita confusión.
R. Efectivamente, estamos en un momento de confusión política, derivada de la propia presencia de Fraga. No sólo por su peculiar forma de gobernar, sino porque no ha habido un entendimiento entre la oposición, de tal modo que ésta pudiese aparecer como una alternativa. Esa alternativa no puede surgir de posiciones centralistas e ideas conservadoras, como las del PSOE, ni de la política suicida de desprestigio de las instituciones que ha hecho el BNG. Nosotros somos otra izquierda y otro nacionalismo.
Contra el populismo
P. ¿Y qué ofrecen ustedes diferente del PSOE o el BNG?
R. Frente al PSOE, creemos que Galicia tiene su propia personalidad como nación europea. Tampoco somos partidarios del delirio liberal y consideramos que la base de una política económica debe ser el desarrollo industrial. Respecto del BNG, nosotros representamos el nacionalismo democrático de izquierdas y ellos un populismo que puede dar buen resultado electoral, pero que no es una solución a nuestros problemas. Para nosotros, la autonomía es un bien precioso que hay que proteger, mientras que el BNG siempre la denigró. Si Galicia atiende al canto de sirena populista, sólo logrará la marginación interior y exterior. El PP ha propiciado que apareciera ante la opinión pública el BNG como su única oposición, una oposición extravagante, para después decir que eso no puede ser una alternativa.
P. ¿No sería posible en el futuro un acercamiento entre su coalición y el BNG?
R. El acercamiento al marco del populismo, de la denigración de las instituciones autonómicas o de considerar la unión europea como un nuevo imperialismo, está descartado por completo. Estamos abiertos al acercamiento con fuerzas progresistas que defiendan una Galicia moderna y europea, pero de momento nuestros planteamientos son radicalmente distintos a los del BNG.
P. Un europeísta y a la vez nacionalista como usted, ¿qué piensa al ver el resurgir de algunos nacionalismos en Europa con connotaciones fascistas?
R. Los nacionalismos excluyentes y étnicos son los nacionalismos de los estados, los que han provocado las guerras. En el caso de Galicia y Cataluña existe un nacionalismo de pueblos que aspiran al autogobierno de forma pacífica y democrática. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Los estados intentan descalificar a todos los nacionalismos, porque temen al nacimiento de una nueva Europa.
P. ¿Cuál sería su modelo político para el Estado español?
R. Una confederación o federación amplia, donde incluso las competencias ejecutivas que conserve el Estado sean ejercidas por las instituciones políticas gallegas. El Estado nacional como un lugar sagrado está en declive, por la propia unión europea. Desde luego, lo que no pretendemos es ningún tipo de aislamiento y defendemos la solidaridad efectiva y la cooperación entre todos los pueblos del Estado español.
P. Felipe González ha dicho que de cada 100 pesetas en impuestos que pagan los gallegos, revierten en la comunidad 136. Eso no debe ser muy digerible para un nacionalista.
R. Yo pongo en duda esa afirmación porque los impuestos que genera un país muchas veces no se recogen en ese mismo país. Por ejemplo, el impuesto de sociedades de Endesa, que obtiene en Galicia cientos de miles de millones de pesetas de beneficios, no se recauda aquí, ni siquiera el de empresas gallegas que tienen su sede social en Madrid.
P. Imagine que no nos oye nadie. ¿Fraga conseguirá la mayoría absoluta?
R. Yo haré todo lo posible en los días que restan hasta las elecciones para que no la consiga. En todo caso, algunas previsiones que le daban la mayoría estaban hechas sobre dos bases muy precarias: una participación altísima, que no creo que se produzca, y dándole al PP los restos de todas las provincias. Yo creo que aún pueden perder tres o cuatro diputados. Y si Fraga se queda a un solo escaño de la mayoría, por nosotros no va a gobernar. Estamos obligados a entendernos todos los demás.
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