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Juan Benet, a pie de presa

Homenaje al ingeniero que escribió 'Volverás a Región'

La novela Volverás a Región, de Juan Benet, está fechada en el pantano de Porma, en la provincia de León, y en Madrid, entre 1962 y 1964. Tres años más tarde aparece uno de los títulos más significativos de la literatura contemporánea. El escritor fallecido en enero había encontrado Región en los canales de Quereño y Cornatel y en la presa de Porma, hoy llamada Juan Benet. El ingeniero recibió ayer el homenaje de sus compañeros, que recordaron al constructor, al apasionado por el agua, la geología y las obras hidráulicas.

"Juan dedicaba dos horas a la literatura y siete u ocho a la ingeniería", declaró ayer la escritora Blanca Andreu, esposa de Juan Benet, poco antes de comenzar el homenaje organizado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. Era la primera vez que participaba en los numerosos actos sobre el autor de Una meditación, El aire de un crimen, Saúl ante Samuel, Herrumbrosas lanzas. "En los homenajes literarios he sido invitada como espectadora o no he sido convocada. El colegio no sólo organizó un funeral y concierto en su memoria, sino que hace unos años le nombró colegiado de honor, que a Juan le emocionó. Su literatura ha tenido un reconocimiento social, pero no académico ni oficial".Blanca Andreu señala que como ingeniero "era muy vocacional", viviendo de cerca la construcción de las grandes obras, sobre todo presas y túneles. La poetisa estuvo viviendo dos años en Finisterre, durante la realización de la presa de Santa Eugenia, en La Coruña. "Le gustaba todo el proceso de las grandes presas. En los viajes me iba señalando posibles localizaciones y los vasos naturales". Comenta sus primeros trabajos en túneles con arrastre de mulas, que el propio ingeniero tenía que comprar; sus puentes forestales, y, sobre todo, su interés por el agua y la política hidráulica. "Su idea central siempre era llevar el agua del norte al sur, que llegara a todo el país".

Benet termina la carrera en 1954, en la Escuela del Cerro de San Blas, en el Retiro madrileño. José Antonio Fernández Ordóñez recuerda profesores comunes, como Iribarren, Torroja, Entrecanales, Salas, profesionales de prestigio. Se conocieron en el hotel Madrid de Ponferrada, donde paraban los ingenieros de los saltos del Sil. "Tenía vocación de ingeniero constructor, a pie de obra, en contacto con la tierra; una vida dura, con frío y calor, pero donde se hacen grandes amigos y con fama de comer bien. Defendía una política de trasvases y un equilibrio hidráulico en la Península, en una actitud ilustrada, ya que no creía en la naturaleza benéfica de los románticos y de los ecologistas". Benet viajó a China en 1976, invitado por el Gobierno de Mao, junto con otros nueve colegas, siendo Fernández Ordóñez presidente del colegio.

Viajero constante, había realizado sus prácticas en Finlandia y Suiza. En 1956 es jefe de obra en Ponferrada de la Compañía de Ferrocarriles de Medina del Campo a Zamora y de Orense a Vigo -su compañero de promoción Clemente Sáenz Ridruejo sostiene que entró por el nombre de la empresa- y en los años siguientes dirige los canales de Quereño y Cornatel, el ferrocarril de Lugo de Llanera a Villabona y la presa del Porma. Las presas del Vellón (Pedrezuela) y Atazar, los túneles de Altomira, el canal de Riansares, la presa de la Bujeda, el salto de Moralets, la presa de Llauset, la presa de Santa Eugenia, están asociadas a su trabajo. Fue vocal del comité español de grandes presas y colegiado de honor en 1985.

Trasvases

Sáenz Ridruejo calcula que vivió unos 15 años a pie de obra y llegó a intervenir en unos 25 proyectos, sin abandonar sus actividades como escritor y pintor, e incluso torero en una ocasión en Calanda con Rafael Ortega. Piensa que sus ideas, "algunas discutidas", van a permanecer a través de sus compañeros. Defendió la política de trasvases hasta el final de su vida, sobre todo en los artículos publicados en EL PAÍS. Sáenz Ridruejo señala que Benet tiene un libro poco conocido sobre las aguas en España, un prólogo póstumo al plan de Lorenzo Pardo, que reeditará Obras Públicas, y un inédito titulado Paleopotamología, sobre los ríos antiguos, ilustrado por su autor.Enrique Pérez-Galdós fue compañero y amigo durante 30 años en la empresa Cubiertas. Destaca también la personalidad polifacética e irónica de Benet, su dedicación al recurso racional del agua y la redacción de memorias constructivas. La literatura benetiana y el sentido de la amistad completó dos horas de homenaje con Torroja, Baltanás, Marías, Mendoza, Molina Foix, Vicent y Azúa, que envió el texto. "Es doloroso vivir sin Juan Benet", resumió Fernández Ordóñez.

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