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Interior tiene "cierta seguridad" de que Iglesias está cerca de Andoaín

Unos 500 guardias civiles rastrean un área de Guipúzcoa próxima a Andoaín en busca del zulo (escondrijo) donde ETA oculta a Julio Iglesias Zamora. La Guardia Civil tiene controladas desde hace dos semanas las inmediaciones del monte Adarra, en tomo a los municipios de Hernani, Urnieta y Goizueta. Un responsable policial indicó ayer que los investigadores "tienen cierta seguridad" de que el ingeniero donostiarra se encuentra en la zona controlada.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, José Antonio Aguiriano, señaló ayer que las fuerzas de seguridad tienen "una impresión bastante razonable" de que el secuestrado está en esa zona.La Guardia Civil ha desplegado en las proximidades del monte Adarra a medio millar de agentes en labores de rastreo y control. La dirección del instituto armado ha desplegado en este área una compañía de los Grupos Especiales de Seguridad (GES), que peinan desde hace dos semanas los terrenos montañosos de las citadas localidades. También se ha destacado a esta zona una compañía de los GRS (Grupos Rurales de Seguridad). La Guardia Civil prevé desplegar hoy un contingente aún más espectacular.

Las informaciones facilitadas por Javier Lasarte, uno de los detenidos a finales de septiembre en Guipúzcoa como presunto colaborador del antiguo comando Donosti -desarticulado en agosto de 1991 en un tiroteo que causó la muerte de sus tres integrantes, permitió a la Guardia Civil localizar un zulo con comida en Umieta el 1 de octubre.

Pese a la desarticulación, Lasarte siguió trabajando para el nuevo comando Donosti, cuyos integrantes huyeron a Francia antes de marzo pasado, por lo que, en principio, se les supone ajenos al secuestro, perpetrado en julio. Precisamente, en el zulo se hallaron desperdicios de comida que parecen ser anteriores al comienzo del secuestro, aunque este punto aún no ha podido ser esclarecido pericialmente. Responsables de la investigación estiman que Lasarte, especialista en la construcción de zulos, pudo haber construido un segundo agujero en la zona para los secuestradores. Por ello, la Guardia Civil ha intensificado su control de las inmediaciones.

Cientos de agentes de las fuerzas de seguridad trabajan de día y de noche en los municipios de Urnieta, Hernani y Goizueta (Navarra) en la búsqueda del escondite en el que pudiera encontrarse el ingeniero. Los alimentos hallados estaban en mal estado dentro de un bidón y envueltos con un periódico, según el Gobierno Civil de Guipúzcoa.

El escondrijo estaba tapado con una tabla y bajo ella estaban enterrados dos bidones de plástico, de 90 centímetros de alto y 40 de diámetro. Uno se encontraba vacío y el otro contenía una bolsa de un supermercado con alimentos. Los bidones estaban forrados con hojas de un ejemplar de Egin, del 21 de mayo de 1992.

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Mientras, el Tribunal de Apelación de París acordó ayer la extradición de los etarras Ramón Caride -por el atentado de Hipercor- y Rosario Picabea, y reiteró la de Francisco Múgica Garmendia, Pakito, y José María Arregui Erostarbe, Fitti. El cumplimiento de su condena y los eventuales recursos retrasarán años su entrega. Ayer mismo, las autoridades francesas entregaron a España a Mertxe Urresti Motriko por presunta vinculación con ETA. En julio de 1992, el Tribunal Correccional de París prohibió a esta mujer su estancia en Francia por asociación de malhechores.

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