La recuperación económica del Reino Unido pierde gas

La recuperación de la economía británica está perdiendo gas. El índice de inflación creció una décima en septiembre, por tercer mes consecutivo, y subió hasta el 1,8% anual; la inflación subyacente, considerada como especialmente reveladora por todos los analistas, subió dos décimas hasta el 3,3% anual. Se trata de niveles bajos en comparación con los de otros países comunitarios pero muestran que los precios vuelven a empujar hacia arriba.Otro índice publicado ayer, el de producción industrial, resultó igualmente negativo: la producción decreció un 0,4% en agosto, frente a un aumento del 0,8% en julio.

El crecimiento de la economía británica se ve frenado por los problemas de sus principales socios comerciales. La CE, que absorbe el 60% de las exportaciones del Reino Unido, está en recesión, y los productores británicos topan con mercados exteriores con pocas ganas de consumir. Por otra parte, los precios internos siguen reflejando el impacto alcista de la fuerte devaluación de hace un año.

Se trata de una situación muy incómoda para el canciller del Exchequer (ministro de Finanzas), Kenneth Clarke, que ha de presentar a finales de noviembre el presupuesto para 1994. Clarke debería rebajar el tipo de interés básico, ahora al 6%, para reanimar la economía, pero eso tendría efectos negativos sobre la inflación.

El canciller del Exchequer había previsto, asimismo, subir los impuestos indirectos, para incrementar la recaudación fiscal y moderar el déficit que, a finales del ejercicio, rondará los 50.000 millones de libras (10 billones de pesetas). Pero la vuelta de tuerca fiscal tendría contraindicaciones peligrosas para el crecimiento económico.

La actual situación de los precios perjudicará seriamente a los pensionistas británicos. El índice del mes de septiembre marca el aumento de las pensiones para el año siguiente; éstas subirán, por tanto, sólo un 1,8% en 1994, pero todo parece indicar que en los próximos meses los precios subirán bastante por encima de esa cota y los pensionistas verán mermado su poder adquisitivo.

La revisión de las pensiones entrará en vigor justo cuando el IVA y otros impuestos registren el incremento que Clarke anuncie en el presupuesto de noviembre.