Fraga pide a los electores gallegos que no olviden el "engaño" del 6 de junio
Manuel Fraga, presidente de la Xunta y candidato del PP a la reelección, pidió ayer a los electores que el 17 de octubre, fecha de los comicios gallegos, no olviden que es su ocasión para decir que fueron "engañados" en las legislativas del 6 de junio. En elecuador de la campaña, Fraga sacó su vena más mitinera para asegurar que "todos los socialismos y separatismos han fracasado". "Un siglo de engaños y todos los marxismos, las izquierdas y los separatismos se acabaron; llega el momento del sentido común, la tradición, el orden y la ley".
Fraga abarrotó con más de 500 personas un cine en la fronteriza localidad de Tu¡ (Pontevedra). Más tarde reunió a 600 personas en Ponteareas y a otras 2.000 en una discoteca de Porriño. En esta última localidad, un numeroso grupo de vecinos abucheó intensamente a Fraga en protesta por la instalación en la zona de una planta de reciclaje de basuras. Este incidente obligó al presidente fundador del PP a reducir a cinco minutos su intervención, no sin antes dar muestras de Firmeza: "Yo no boicoteo a nadie ni nadie me va a boicotear y desde luego no voy a hacer promesas electoralistas".Fraga, presentado en sus mítines como, "el gran timonel y gran capitán" o el hombre gracias al cual "en España y en Europa nos respetan", se empleó a fondo contra sus rivales en las urnas e ironizó que pueden prometer lo que quieran porque saben que nunca van a llegar al Gobierno gallego.
El candidato a la reelección dijo que la coalición Esquerda Unida-Unida de Galega "puede prometer la luna o hacer una mezquita como la de Hassan" porque jamás ganará, y promesas similares, añadió, puede hacer también el socialista Antolín Sánchez Presedo, quien, dijo, lo que debe intentar es perder el menor número, posible de diputados.
Pocas horas antes de que el presidente nacional del PP, José María Aznar, desembarque en Galicia para apoyar a Fraga, éste se prodigó en sarcasmos sobre la sucesión de visitas de ministros y altos cargos socialistas en los últimos días a Galicia en favor de Sánchez Presedo. "¿A qué vino Borrell?", se preguntó Fraga, para quien el motivo fundamental de la visita del ministro fue insultar a Solchaga. "Y Solchaga", añadió, "vino aquí después de que el otro [por Borrell] le llamase burro".
Fraga aludió a la polémica cesión del 15% del IRPF, a la que Galicia se opuso en el Consejo de Política Fiscal. Insistió en que la fórmula de reparto perjudica a esta comunidad y viene impuesta por las regiones ricas, por lo que mantendrá su rechazo.
Repartirse los despojos
En vísperas también de los últimos sondeos públicos sobre la tendencia de voto, Fraga emplazó a los gallegos a que escojan entre la "risa" de un Gobierno tripartito (en alusión al posible pacto entre los socialistas, el BNG y Esquerda Unida) y la "estabilidad y eficacia" de una nueva legislatura del PP" para que "no se repartan los -despojos unos atorrantes".
"Las obras son credibilidad", insistió Fraga para reclamar a los electores su apoyo para mantener el impulso en autopistas, teléfonos o la lucha contra incendios. "Cuatro años más y lo multiplicaremos por tres", dijo.
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