Volkswagen comunicó a Serra y Pujol la decisión de cerrar la fábrica de Seat en Zona Franca
El presidente de Volkswagen (VW), Ferdinand Piëch, comunicó el martes al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, su decisión firme de cerrar la fábrica de Seat en Zona Franca. Piëch y su número dos, el español José Ignacio López Arriortúa, fueron inflexibles. Ante la insistencia de las autoridades españolas de evitar el cierre, llegaron a plantear al Gobierno y a la Generalitat que se quedaran con la fábrica "sí tan importante es para la economía española", según afirmaron ayer fuentes conocedoras de las negociaciones.
Los argumentos expuestos por Piëch y López de Arriortúa fueron que Ia Zona Franca no es competitiva", que Seat "está sobredimensionada" y que debe tener "un tamaño más pequeño" en un momento de fuerte caída de ventas de coches. Volkswagen ha decidido que Seat no fabrique, a medio plazo, más coches en Zona Franca.Ni Serra ni Pujol pudieron convencer a VW para que continúe la fábrica de Zona Franca, que tiene 10.000 trabajadores. Piëch y López Arriortúa se mostraron firmes. Tampoco lo logró el alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, que se entrevistó anoche con ambos. Tras la reunión con Piëch y Arriortúa, el alcalde de Barcelona se ofreció a colaborar en la reconversión de las instalaciones de Zona Franca en un parque industrial de proveedores. El teniente de alcalde, Joan Clos, afirmó que fue el propio Piëch quien planteó ayer esta posibildiad. El Ayuntamiento, como dueño de los terrenos que ocupa la fábrica de Seat en Zona Franca, estaría dispuesto a colaborar en la reconversión.
La Generalitat "da por perdida Zona Franca" dijeron anoche las misma fuentes. De hecho, Pujol se mostró muy pesimista con el futuro de la fábrica, tras entrevistarse con la dirección de Volkswagen el martes. El Gobierno, por su parte, se resiste a aceptar la desaparición de la fábrica. En un último intento de convencer a los alemanes, el vicepresidente, Narcís Serra, ha encargado un estudio de viabilidad de la factoría a Juan Llorens -presidente de la Confederación Española de Automoción-, afirmaron fuentes del consorcio VW.
Llorens, que se perfila como el hombre de consenso para dirigir Seat, es un ejecutivo independiente que conoce bien el sector. Ha trabajo en Pegaso -donde empezó. dirigiendo la fábrica de Barajas- y más tarde ascendió a la vicepresidencia de la empresa cuando el INI era el dueño de la compañía. Ha sido consejero de Seat.
El firme deseo de Volkswagen de cerrar Zona Franca tendrá un impacto económico sin precedentes en la industria auxillar del automóvil, ya que emplea a unas 50.000 personas distribuidas en más de 700 empresas en la zona del Baix Llobregat (Barcelona).
Volkswagen está dispuesto a reconsiderar la segregación de la fábrica de Seat en Pamplona, que inicialmente debía ser adquirida por el grupo alemán. Esta compra, diseñada el 14 de septiembre, supondría una inyección de 120.000 millones de pesetas, con las que Seat enjugaría las pérdidas de 1993, que podrían alcanzar los 100.000 millones. Fuentes del grupo aseguraron que la recuperación de ventas tardará más de lo previsto y que las pérdidas estimadas para 1994 podrían superar las de este año.
Los dirigentes de Volkswagen dieron garantías a la Administración de que el cierre de la fábrica de Zona Franca se hará "a medio plazo y sin traumas", afirmó una fuente del grupo automovilístico. Otras medios vinculados al consorcio alemán dijeron que el objetivo es trasladar el modelo Toledo, que en la actualidad se fabrica en Zona Franca, a la nueva instalación de Martorell y dejar que se extinga la producción de los modelos Terra y Marbella.
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