Estancamiento
Los motivos técnicos no parecen argumento suficiente para atraer dinero al mercado secundario de renta variable, por más que supongan un colchón en el que amortiguar las carencias del sistema económico. El actual nivel de precios no es más que un compromiso relativo entre compras y ventas en ausencia de factores de peso, algo que se traduce en incertidumbre en el momento en que aparece por el mercado una orden de cierta importancia, tenga el signo que tenga. El indicador del mercado se mantuvo durante toda la sesión a merced de esos vaivenes del papel y el dinero.La conclusión más simplista es la de que el mercado ha llegado a una zona de saturación en la que es la ausencia de alicientes la que impone su criterio. A nivel técnico no existen problemas inmediatos, pero la economía real se resiste a aportar elementos positivos -en este caso algún recorte de tipos o una mínima declaración de intenciones en ese sentido-, por lo que hay que fiar cualquier posibilidad futura a la capacidad de aguante, en cierto modo garantizada por la ausencia de alternativas. Los mercados internacionales dedicaron la sesión a tomar algunos beneficios, con la excepción de Francfort, que ganó un 0,5% al cierre de la jornada. Los recortes de las otras bolsas apenas tuvieron importancia, aunque París bajó un 0,79%.
El volumen negociado superó ligeramente al del día anterior, al situarse en 23.500 millones de pesetas efectivas, pero los dos índices del mercado, el general y el Ibex 3 5, cedieron un 0,15%.
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