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RECORTE DE TIPOS DE INTERÉS

Un 'error' de ocho millones

La rebaja de tipos permite a clientes de bancos renegociar con ventajas sus créditos hipotecarios

Javier Moreno

En abril de este año, Ángel Arroyo recibió en su piso recién comprado en Móstoles una carta de su banco, Citibank España. Antes de abrirla, ya sabía que era para comunicarle la revisión del tipo de interés de su préstamo hipotecario, contratado un año antes al 13,5%. "No era un mal in terés, entonces", dice. Ignoraba la magnitud del cambio.En lo que iba de año, el Banco de España ya había rebajado dos veces su tipo preferencial. Arroyo lo sabía por la prensa. Había leído también que los bancos acompañaban a la autoridad monetaria en su recorte del precio del dinero. Sus esperanzas de que ello se tradujese en una menor cuota mensual se esfumaron al rasgar el sobre. ¿El nuevo interés? Un 16,25%, que subía a un 17,68% TAE. La nueva cuota pasaba de 74.374 pesetas al mes a 86.570. El desastre.

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Una clientela poco informada

"12.000 pesetas más al mes nos supone muchísimo". Arroyo y su mujer, Nuria, disponen de dos sueldos: él es empleado de una compañía de artes gráficas y ella, auxiliar administrativo. Pero el dinero no les sobra. Un año después de casarse, el salón de su vivienda permanece vacío.

La primera reacción fue ir al banco. Allí le dieron una fotocopia -"preparada de antemano"- de los índices hipotecarios publicados en el Boletín Ofical del Estado. "Toma, para que te vayas leyendo el BOE, me dijeron". No podía quejarse, según el banco. "Me dijeron que podía estar contento porque me habían subido sólo un 1, 15% por encima del índice, y no el 1,25% que ponía la escritura".

Citibank declina comentar el caso y asegura que el precio de sus créditos está en "Ia banda media del mercado". El director de un gran banco asegura que muchos españoles comparten la estupefacción de Arroyo. "El cliente no se da cuenta de que ha firmado un crédito indexado con periodos de revisión anual", explica. El retraso en trasladar los índices al BOE, y de ahí a los clientes, junto con la rápida bajada de tipos que se ha dado este año, explica lo sucedido, en su opinión. "Pero es todo legal".

"Totalmente: un robo legal", se queja Arroyo. El director consultado reconoce que "la gente está inquieta". "Deben tomar una decisión: fijo o variable, quedarse o irse a otro banco", dice.

Arroyo eligió renegociar. Y eligió también un tipo fijo. En la Caja Postal, de Argentaria, le ofrecieron el 11,39%. "El Banco Santander me ofrecía uno aún más bajo, pero me daba más seguridad una entidad oficial", dice. Fue a Citibank y pidió liquidar su hipoteca, que inicialmente ascendía a 6.160.000. Una decisión ni fácil ni barata. Tras haber pagado doce mensualidades -en total 892.488 pesetas-, debía más que al principio: 6.269.000 pesetas. Tuvo que afrontar, además, los gastos de renegociación. Casi 700.000 pesetas a repartir entre los dos bancos. "En total, nos ha costado lo que no ganamos en un año".

Repetidamente, a lo largo de la entrevista, Arroyo y su mujer se quejan de la falta de transparencia del proceso de obtención de un crédito. Mientras, una norma que el Ministerio de Economía preparó al respecto mucho antes de las elecciones sigue sin ver la luz.

Bancos y cajas se opusieron en su día a esta normativa "porque resta agilidad". Según fuentes de Economía, las numerosas y "profundas" modificaciones propuestas por las entidades financieras se están incorporando al borrador. El proyecto original garantizaba libertad de elección de notario y limitaba las comisiones.

"Uf", exclama Arroyo. Muestra su escritura, llena de fórmulas matemáticas. "Cómo voy a entender yo todas esas fórmulas". Pero tras rectificar el error de aceptar sin estudiar con lupa un crédito ha calculado cuánto se ha ahorrado al renegociarlo. "Hay una diferencia de ocho millones entre las dos hipotecas. Ocho millones, cuando se trata de un préstamo de seis".

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