Yeltsin prepara una amplia campaña para ganar las elecciones
Las elecciones a la Duma Estatal, una de las dos Cámaras del Parlamento propuesto por Borís Yeltsin, ya están en la mente de todos, y el equipo presidencial prepara un potente aparato propagandístico para asegurarse el triunfo en las urnas. La oposición duda ahora entre agachar la cabeza y aceptar el terreno de juego marcado por el presidente o mantener los principios y boicotearlas.
Las normas electorales para los comicios del 11 y 12 de diciembre están basadas en el proyecto de ley elaborado por Víctor Sheinis, vicesecretario de la Comisión Constitucional del Parlamento. Sin embargo, pueden haber sufrido cambios cuando se publiquen hoy en el diario Izvestia, se gún Serguéi lushenkov, uno de los allegados de Yeltsin.Los viceprimeros ministros Serguéi Shajrai y Vladímir Shumeiko, se reunieron ayer por la tarde para precisar detalles del proyecto. Básicamente, el plan prevé una Cámara baja (la Duma Estatal) de 400 a 450 diputados, y una Cámara alta con representación de los territorio! rusos. En una primera fase de un año, la función de Cámara Alta será desempeñada, sin elecciones, por el actual Consejo- de la Federación, el organismo que reúne a los dos máximos representantes de los 89 territorios de Rusia. La demora en las elecciones de la Cámara alta responde a la necesidad de asegurarse la neutralidad de los dirigentes provinciales, que, de otro modo, podrían boicotear las elecciones.
El sistema electoral será mixto, es decir, parcialmente mayoritario y parcialmente proporcional. En contra de lo proyectado, Yeltsin ha renunciado a crear su propio partido para los comicios, según manifestó ayer Shajrái, alegando la falta de tiempo. Sin embargo, el presidente se apoyará en un amplio bloque de partidos, afirmó Shajrai, que no dio detalles sobre la estructuración interna de los varios grupos que forman las filas yeltsinistas, a la derecha del espectro político, en la terminología clásica.
38 partidos
El panorama puede sufrir aún amplias remodelaciones, pero hoy por hoy, la situación es la siguiente: en el Ministerio de Justicia de Rusia hay 38 partidos registrados, el último de los cuales se incribió el pasado 17 de diciembre. Su peso es muy limitado y el factor imperante en la organización de fuerzas políticas es el caudillismo y algunas, vagas ideas de modelo social.
La derecha formada por liberales occidentalistas que se orientan hacia Yeltsin está firmada por el movimiento Rusia Democrática, la asociación Opción Democrática, formada en 1990 e integrada por unas 30 organizaciones. De esta franja del espectro forma parte el Bloque de Fuerzas Reformistas, además de La Opción de Rusia, el grupo donde se integran los funcionarios gubernamentales como los viceprimeros ministros VIadímir Shumeiko y Yegor Gaidar y el ministro de Exteriores, Andréi Kázirev. No está claro aún el papel de Guenadi Búrbulis, el ex secretario de Estado, que anunció su intención de crear un partido político, y de Serguéi Shajrai, quien en junio anunció la constitución de su propio partido, el PRESS (Partido de la Unidad y el Acuerdo de Rusia), cuyo acento estaría puesto en las provincias.
En el centro están el grupo Empresarios por la Nueva Rusia, cuyos líderes son el economista Grigori Yavlinski, con ambiciones de convertirse en presidente de Rusia, y Konstantín Zatulin, un antiguo líder de las juventudes comunistas con un pasado poco claro. Este grupo está comiéndose hoy el espacio que se le atribuía antes a la Unión Cívica, el grupo vinculado a los intereses de la gran industria, que vive una grave crisis.
En la izquierda, más allá de varios grupos de carácter sindicalista y socialdemócrata, están los patriotas nacionalistas rusos y los comunistas, cuya colunma vertebral está constituida básicamente por el Frente de Salvación Nacional.
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