La Universidad Politécnica derriba sin licencia una casa protegida de la piqueta

Falta una casa a las puertas de la Ciudad Universitaria, en la esquina de la calle don de vivió el poeta Vicente Aleixandre. Una gran lona oculta el solar que ocupaba hasta agosto. La Fundación General de la Universidad Politécnica de Madrid compró el inmueble número 3 de la calle de Pastor con la idea de rehabilitarlo para instalar su sede. Pero se olvidó de pedir permiso. Las normas que protegen de la piqueta a las colonias son muy severas: no se puede tocar el exterior de los chalés. Mientras, en la Politécnica alegan que la casa se vino abajo "por accidente".

La demolición ya ha sido denunciada ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. Sus ordenadores y los de la Junta de Chamberí, el distrito al que pertenece, registran un agujero negro cuando se teclea Pastor, 3. Nada. Tampoco los responsables urbanísticos de la Politécnica saben si se solicitó la licencia de obras.La casa derribada, construida en 1929, es un edificio protegido por el Plan General de Madrid, dentro del capítulo de "preservación de colonias". Dos familias vivieron allí hasta mayo, antes de vendérsela a la Fundación General de la Politécnica por 145 millones de pesetas. Un precio acorde con las limitaciones que el Ayuntamiento pone a la edificación en las colonias.

Tras rebuscar entre sus papeles, el jefe del departamento municipal de Protección de la Edificación, Fernando Macías, asegura que no hay expediente de licencia de obra nueva, ni de rehabilitación, ni de demolición. Además, el edificio se encuentra dentro del perímetro del Conjunto Histórico de Madrid, de manera que hay que pedir permiso hasta para revocar la fachada.

En la colonia Metropolitana sólo están autorizadas las obras de "acondicionamiento" y, además del uso residencial, se admiten edificios dotacionales -por ejemplo, oficinas universitarias-; sin embargo, siempre se debe respetar el exterior del edificio: cubiertas y fachadas, "manteniendo el carácter de la edificación primitiva". El estado del edificio y su nivel de conservación eran "buenos", según el informe emitido por una sociedad de tasación en 1989, que le asignó un precio de 185 millones de pesetas.

El hotelito movedizo

Un asesor inmobiliario de la Politécnica precisa que la Fundación General compró el edificio porque necesitaba una sede propia donde desarrollar proyectos de investigación. "La Politécnica no tiene ánimo de lucro ni se dedica a especular", sostiene un portavoz de la universidad. La misma fuente asegura, con fotos en la mano, que el edificio tenía grietas en la parte posterior, ya que se adosó otro cuerpo a la casa.

En la universidad sostienen que, cuando comenzaron los trabajos de rehabilitación, los obreros comprobaron que la casa "comenzó a moverse" y por eso "no se pudo evitar la demolición: se derrumbó por la falta de cimentación". Los técnicos de la universidad consideran que si se hubiese investigado el estado de los cimientos se habría perdido mucho tiempo.

"A toro pasado, las explicaciones no sirven; si es cierto que hubo un hundimiento tenían que haber avisado a los bomberos y a la junta de distrito para que en Gerencia de Urbanismo pudiésemos haber aprobado la declaración de ruina inminente", argumenta Macías.

El pasado martes, una de las anteriores propietarias del edificio, Magdalena Olivera, presentó en Gerencia de Urbanismno una denuncia por demolición y obras ilegales. Lo más probable es que tras la inspección de los técnicos municipales se paralicen las obras, y que el departamento de Disciplina Urbanística tenga que tomar cartas en el asunto: sanción económica -hasta el doble del valor de lo destruido- y obligación de reconstruir la casa.

La Politécnica dispone de un proyecto de reforma interior del edificio. A pesar del riesgo de que la obra sea paralizada, la universidad asegura que va a reconstruir la casa como estaba previsto. ¿Y las lonas? "Sirven para ocultar el edificio a la vista del presidente del Senado [Juan José Laborda vive en la casa de enfrente] y de otros vecinos que también se han quejado del polvo y el ruido", aclara un portavoz de la Politécnica.

El Parque Metropolitano fue construido desde 1910 por la Compañía Urbanizadora Metropolitana. Allí se levantó también el estadio Metropolitano -campo del Atlético Aviación-, demolido a comienzos de los años sesenta.