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Isaac Rabin acusa a Siria de ofrecer la paz con una mano y librar la guerra con la otra

El primer ministro israelí, Isaac Rabin, acusó ayer a Siria. de ofrecer la paz con una mano y la guerra con la otra, en unas declaraciones a la radio israelí a su regreso a Israel, después de firmar el lunes en Washington la paz con Yasir Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y de mantener un encuentro en Rabat con el rey Hassan II para preparar el reconocimiento mutuo entre los dos países. Fuentes diplomáticas en Damasco reconocen que la paz en Oriente Próximo no será posible si Siria se queda fuera, ya que este país es el corazón del nacionalismo árabe.

Isaac Rabin regresó a Israel con su ministro de Asuntos Exteriores, Simón Peres, y tan pronto bajó del avión expresó su optimismo por el acuerdo con la OLP y con el calendario de conversaciones con Jordania pactado el martes también en Washington. "Estamos en la víspera del Nuevo Año [Judío]. Creo que hay grandes posibilidades de que el próximo año sea decisivo en el proceso de paz".Las celebraciones del Año Santo Judío 5754 comenzaron ayer noche y se prolongarán durante 48 horas. Rabin ha querido dirigirse a la opinión pública de su país para asegurarle que el acuerdo con la OLP sólo puede tener efectos positivos sobre Israel. "Hay quienes quieren pintar un futuro apocalíptico para Israel desde el lado palestino. No hay tal cosa", dijo.

El primer ministro israelí -en conversaciones de paz con los palestinos, Jordania, Siria y Líbano durante los últimos dos años- añadió que el Gobierno de Damasco ha impedido que el Ejército libanés despliegue las fuerzas necesarias para acabar con las guerrillas del proiraní Hezbolá (Partido de Dios) en el sur de Líbano. "Con una mano nos ofrece la paz, y con la otra nos dispara", añadió. El Gobierno de Damasco el el principal poder extranjero en Líbano, donde mantiene 35.000 soldados.

Altos del Golán

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"Siria", dijo Rabin, "proporciona ayuda a 10 grupos de oposición; aloja a los mandos de quienes aún continúan sus ataques y se oponen al proceso de paz e incluso completamente a las negociaciones. Tiene que demostrar su deseo de paz". Las conversaciones de paz entre Siria e Israel sobre los Altos del Golán (territorio sirio ocupado por Israel en 1967) están prácticamente congeladas en este momento. El Gobierno de Damasco exige la retirada total israelí, mientras que el Gobierno de Rabin insiste en que Siria debe exponer qué tipo de acuerdo de paz pretende antes de discutir una retirada limitada.

Rabin también aseguró que Israel podría llegar a un acuerdo de paz con Líbano relativamente pronto, quizás en nueve meses. El Ejército libanés, agregó, debe desplegarse al norte de la zona de seguridad, "demostrar en un periodo de seis meses que ha conseguido desarmar a Hezbolá y a las demás organizaciones terroristas, y que está en disposición de impedir cualquier operación hostil contra Israel".

Los israelíes sienten un cierto temor ante las consecuencias de la paz con la OLP, y la violenta acción de los grupos radicales palestinos. Ayer precisamente las fuerzas de seguridad israelíes fueron puestas en estado de máxima alerta ante el Nuevo Año Judío para prevenir posibles ataques de los grupos que se oponen a la paz israelo-palestina.

Permisos cancelados

La policía canceló todos los permisos y las tropas en los territorios ocupados y dentro de Israel están prevenidas ante posibles secuestros, emboscadas y atentados, según un portavoz militar. Dentro de las mismas medidas de seguridad, las autoridades israelíes decretaron el cierre de la franja de Gaza hasta el próximo domingo, con lo cual estos días el millón de palestinos que viven en el territorio no podrán salir de allí. Fuentes militares indicaron que el Ejército limitará el número de palestinos que puedan entrar en Israel procedentes de Cisjordania.

La alerta militar y policial también se extiende al Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén, en donde se espera que miles de judíos se congreguen para rezar en la plaza próxima a la mezquita de Al-Aqsa, escenario de sangrientos enfrentamientos entre árabes y judíos.

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