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Los precios subieron seis décimas en agosto por el incremento de la gasolina

El aumento en los precios de los carburantes por la subida de los impuestos especiales y la devaluación de la peseta han sido los principales ausantes del incremento de seis décimas en el indice de precios al consumo de agosto pasado. La inflación acumulada en lo que va de año se ha situado en el 3,3%, mientras que la de los últimos 12 meses se ha rebajado al 4,6% y la subyacente -sin alimentos frescos y sin energía- se ha situado en el 5,7%, el nivel más bajo de los últimos cinco años.

La subida de seis décimas en el IPC de agosto, según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística, es inferior a las nueve décimas de incremento en el mismo mes de 1992. Entre un año y otro se han producido varias decisiones de gran impacto inflacionista: las dos devaluaciones, la subida del IVA en 1992, y el incremento en el impuesto sobre los carburantes este año. La comparación ha sido buena para la inflación anual ya que en agosto pasado estaba en el 5,8% y este año se ha rebajado al 4,6%.La principal subida en el mes de agosto se ha producido en los combustibles y carburantes (5%) con una tasa anual que ya va por el 12,8%. Esta subida se ha reflejado inmediatamente en el sector del transporte cuyos precios han aumentado 1,6 puntos en agosto (9,1% en tasa anual). Los precios de la alimentación, por el contrario, se han comportado moderadamente ya que han subido siete décimas en agosto con una tasa anual nula.

La mejor noticia de agosto es que la inflación subyacente (sin alimentos frescos y sin energía) se ha situado en el 5,7%, es decir, en su nivel más bajo de los últimos cinco años. Tras estos resultados, el Ministerio de Economía y Hacienda es optimista respecto de la posibilidad de alcanzar a final de año el objetivo del 4,5%.

Así lo aseguró ayer en Bruselas el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, para quien, este objetivo "se halla al alcance de la mano", informa Lluís Bassets. Se puede presumir, añadió el ministro, "que estamos mejor que el año pasado, no sólo porque hemos pasado del 0,9% al 0,6%, sino además porque este año incluye el aumento del precio de los carburantes producido por el incremento en la fiscalidad", aseguró. En una pausa del Consejo de Ministros de la CE, Solbes indicó que las devaluaciones de la peseta han introducido también efectos inflacionistas. "Una caída del consumo sin devaluación hubiera dado lugar a menos inflación", explicó.

Otros expertos, como Marisol de Francisco, de Analistas Financieros Internacionales, consideran que "acabaremos el año con un 5% de inflación porque la subida de las gasolias aún no se ha trasladado a los demás productos". Carmen Alcaide, del Servicio de Estudios del BBV opina, por su arte, que el resultado de agoso sabe a poco "porque estamos en plena recesión" pero no está mal "habida cuenta de las dos devaluaciones".

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